28/04/2020
Andy Stalman, autor de los libros BrandOffOn, HumanOffOn y Totem, comparte su opinión sobre qué cambios experimentaremos cuando esto acabe, qué consecuencias tendrá el Covid-19 en nuestra sociedad y nuestras empresas y los aprendizajes que podemos extraer de esta crisis. Resumimos algunos de los mensajes de su entrevista completa.
Andy Stalman
Managing Director en TOTEM Branding
El momento para repensar la empresa. El día después es hoy. No podemos esperar al fin del confinamiento para empezar a hacer cosas. Hoy es el tiempo de empezar a revisar los planes de marketing que quedaron totalmente desactualizados en este contexto, los planes comerciales, los planes estratégicos, el propósito de la marca y de la empresa. Es el momento de salvar la compañía en el corto plazo y también de construir la marca en el medio y largo plazo.
Liderazgo en tiempos de crisis. Ningún gran piloto de avión, ningún gran capitán de barco, se ha hecho grande por volar en cielos despejados o navegar en un mar hecho piscina. Los grandes capitanes y comandantes, los grandes líderes, se hacen en tiempos convulsos, en mares bravíos y cielos complejos. Hoy todo el mundo está mirando qué tipo de liderazgo tiene la compañía. Es el momento de la valentía, la empatía, los gestos, el compromiso y sobre todo es el momento de la acción.
“Es el momento para la creatividad y la innovación. Muchas fórmulas que conocíamos han quedado obsoletas y hay que empezar a buscar otras nuevas.”
La crisis como oportunidad. Hoy todos los empleados tienen el mismo nivel de incertidumbre que los directivos, pero todos entienden que hay una nueva oportunidad. Hay una circunstancia que aplana el terreno de juego, que hace que se baraje y se dé de nuevo. Hay que cambiar la mirada sobre el día de mañana, conectar con el talento interno, inspirarlo, repensar la empresa y abrir nuevos canales de comunicación. Es el momento para la creatividad y la innovación. Muchas fórmulas que conocíamos han quedado obsoletas y hay que empezar a buscar otras nuevas.
De la estética a la ética. Los ciudadanos han tenido mucho tiempo para reflexionar en estos días y también para darse cuenta de cuáles son las marcas que están trabajando desde la honestidad, la autenticidad, construyendo lazos de confianza, aportando verdaderamente valor, abrazando causas, aprovechando la oportunidad, pero sin ser oportunistas. Las marcas que no lo hayan hecho aún van a tener que plantearse cuál es su verdadero propósito de existir. Va a producirse una transición muy fuerte desde la estética a la ética.
