Presidente de AECOC
Francisco Javier Campo, presidente de AECOC, describe el panorama actual de la economía española y la evolución del consumo en nuestro país. Campo explica que el ciclo económico ha entrado en una fase de ralentización con riesgos incluso a la baja. Aunque se aprecia un repunte del consumo y del empleo, la reducción de las exportaciones, claves para el crecimiento en los últimos cinco años, lastran la actividad industrial. Ante este contexto, tres ejes de trabajo cobran especial importancia para las empresas: competitividad, sostenibilidad y omnicanalidad.
España tiene un margen de maniobra muy limitado para abordar una nueva crisis. La deuda pública se encuentra cercana al 100%, el déficit público será muy elevado este año, el déficit estructural está por encima del 3% –España es el único país de la Unión Europea con una cifra tan elevada– y la tasa de desempleo supera el 14%. Y hay un mar de fondo: no se están planteando las reformas estructurales que necesitamos para hacer frente a los cambios que se están produciendo, tanto demográficos como sociales y tecnológicos. Esto va a condicionar que el crecimiento potencial de la economía española dentro de unos años sea muy limitado.
Además, existe una alta vulnerabilidad y una dependencia de la economía española del exterior, tanto en términos económicos como financieros. Nuestra deuda externa, aunque ha mejorado, sigue siendo más del doble de la que debería ser.
PIB ESPAÑA VS UNIÓN ECONÓMICA Y MONETARIA
* Fuente: INE, Eurostat y Bankia Estudios. (p) Previsión Bankia Estudios. La economía española se encamina hacia los ritmos de crecimiento potencial y el escenario apunta a una suave desaceleración, según las previsiones para este año y los dos siguientes.RENTA, CONSUMO Y AHORRO DE LOS HOGARES
* Fuente: INE y Bankia Estudios. *Acumulado 4 trimestres. El consumo. Avanza a un ritmo superior al de la renta disponible, provocando una fuerte reducción de la tasa de ahorro de las familias, lo que aumenta su vulnerabilidad.Hacia el crecimiento potencial
Todo el mundo esperaba que la digitalización produciría una oleada de mejora de la productividad y la inversión, pero hasta el momento no ha ocurrido. Sin embargo, sí se aprecia que el crecimiento de la economía española sigue siendo superior al de los principales países de la Unión Europea, y que la inercia de la economía española en cuanto al crecimiento sigue siendo muy potente.
Este año esperamos un crecimiento del PIB de algo más del 2%. La economía española irá acoplándose a su crecimiento potencial, que está en torno al 1,5%. Llegaremos a esa cifra de forma paulatina, pero también inexorable, si no hacemos las reformas necesarias hacia el 2021. Sin embargo, no está previsto que haya una recesión, ya que en la etapa de crecimiento fuerte que hemos tenido estos últimos cinco años no se han acumulado desequilibrios macroeconómicos y hemos corregido parte de los que teníamos. En cualquier caso, España sigue creciendo hoy por encima de la media de la Unión Económica y Monetaria, que este año lo va a hacer en torno al 1,2%, lastrada sobre todo por Italia y Alemania.
Situación. La economía española se encamina hacia los ritmos de crecimiento potencial.
Foco en las exportaciones
Las exportaciones son una de las razones fundamentales para entender la ralentización que está teniendo la economía española. Durante los últimos cinco años han crecido entre un 5% y un 10%, pero en 2018 fueron disminuyendo cada vez más, hasta el punto en que en diciembre hubo una caída de casi un 5%. En enero y febrero de 2019 también hubo crecimientos negativos. Esta situación ha afectado a la producción industrial, que actualmente no está creciendo. Y este es un tema crucial, porque es lo que nos ha permitido corregir los desequilibrios macroeconómicos en estos últimos años.
A esto se está añadiendo otro factor: por primera vez en los últimos ocho años, desde 2018, la remuneración de los asalariados está creciendo por encima de la productividad. Y todo parece indicar que en 2019 la diferencia seguirá aumentando. En un momento en que las exportaciones tienen cierta dificultad, esta no es una buena noticia. Tendríamos que ocuparnos de este asunto de cara al futuro.
Desciende el turismo de sol y playa
Esta diferencia entre salarios y productividad afecta a todo lo que tiene que ver con el sector exterior, tanto a las exportaciones como al turismo. Año tras año, el turismo en España ha venido registrando cifras récord. Pero esto no va a ocurrir ya este año. El turismo español depende en gran medida de Europa. El 75% de nuestros ingresos por turismo proceden de los países europeos y el 33% de Reino Unido y Alemania, dos países que están reduciendo su turismo en España. Reino Unido por el Brexit, porque la libra se ha devaluado. Y Alemania por dos motivos: el país está creciendo poco y están redescubriendo destinos alternativos como Turquía, que ha devaluado su moneda un 40% y se ha converti do en un país muy barato, mientras que en España se han registrado subidas de tarifas significativas en los últimos 5 años. En 2018 el turismo británico ya cayó cerca de un 1%, el alemán un 7,5%, los Países Bajos han caído más de un 2,5% y en 2019 se anticipa que el verano será difícil porque los destinos alternativos de sol y playa serán más competitivos que los nuestros en cuanto a precios.
Consumo y empleo
La evolución del consumo en España está muy condicionada por la evolución del empleo. La secuela de la profunda crisis que hemos vivido entre 2008 y 2013 sigue teniendo impacto en la renta, en el gasto medio de los hogares y en el nivel de empleo.
Es cierto que el mercado laboral ha mejorado muchísimo en los últimos cinco años. Hemos creado 2,8 millones de empleos y, aunque nos faltan 500.000 para llegar al máximo del 2008, la tasa de paro se ha reducido de un 26,9% a un 14,6%. Sin embargo, el mercado laboral aún arrastra fuertes debilidades. Hay 1,3 millones de parados de larga duración, que representan el 40% del total de desempleados y que son difíciles de recolocar en el mercado laboral. La tasa de paro juvenil –menos de 25 años– está por encima del 33%, y hay un millón de hogares que tienen a todos sus integrantes en desempleo.
Eso significa que hay una parte de la sociedad española que se encuentra en una situación de extrema vulnerabilidad desde el punto de vista económico.
Exportaciones. El descenso de las exportaciones es una de las razones de la ralentización de la economía española.
Repunte del consumo
La salida de la crisis propició unos ratios de crecimiento muy potentes del consumo de las familias en los años 2015, 2016 y 2017. A partir de entonces, ha ido ralentizándose. En el 2018 incluso hubo algun mes que entramos en ratios negativos. En los últimos meses, los indicadores de consumo muestran una ligera mejora, y actualmente estamos creciendo a un ritmo alrededor del 1,7%.
El índice de confianza de los consumidores es fundamental para entender lo que va a pasar con el consumo. Actualmente dicho índice se encuentra casi en máximos de la serie histórica desde el año 2008, y a niveles equiparables a 2015. Pero tenemos una situación que hace al consumo vulnerable: en los últimos tres años y medio, ha crecido más que la renta bruta disponible. Es una situación muy parecida a la que vivimos entre los años 2005 y 2008, cuando el consumo crecía mucho más rápido que la renta disponible, y lo hacía a costa del ahorro. Durante esos años el ahorro de las familias españolas cayó hasta un nivel del 6%, que fue el mínimo histórico en aquel momento. Actualmente, el ahorro de las familias ha caído al 4,5% de la renta bruta disponible, y lo han utilizado en consumir por encima de lo que estaba incrementando su renta en los últimos tres años y medio.
Esta situación difícilmente cambiará a menos que ocurra algún evento que merme la visión que tiene el consumidor sobre su futuro y le lleve a incrementar su ahorro. Entonces sí tendríamos un impacto relativamente rápido en el consumo que, a día de hoy, no está previsto.
Crece el gasto en horeca
La media del gasto por hogar en España ha pasado de los 27.000 € en 2013 a los 31.000 € en 2018. Además de crecer, ha cambiado el mix de gasto, que no tiene nada que ver con el de hace 5 años. La vivienda sigue siendo el principal concepto, con un 30% del gasto. Pero alimentación y bebidas pesa solo un 14% y restauración y hoteles pesan ya más de un 10%, con un enorme crecimiento. No es por casualidad que los grandes retailers estén pensando en qué hacer en el mundo de la comida preparada para seguir este cambio en el mix del gasto de los hogares.
Impacto en la distribución
Las ventas minoristas han estado en tasas positivas desde 2015, pero han ido desacelerándose paulatinamente durante todo este ciclo. En 2018, en volumen ya hubo meses en los que estuvimos en negativo, no así en valor, porque la inflación ayudó a generar crecimiento. En los dos últimos meses del 2018 y en los primeros de 2019, el impacto del incremento del salario mínimo interprofesional y de las pensiones ha permitido que las ventas detallistas hayan tenido cierto repunte, que probablemente se mantendrá en los próximos meses.
Retail. Las ventas minoristas han tenido un cierto repunte que probablemente se mantendrá en los próximos meses.
Conclusiones
- El ciclo ha entrado en una fase de desaceleración, pero las posibilidades de una recesión son muy remotas.
- La economía española seguirá creciendo por encima de los países principales de la UE.
- Pero también hay motivos para que nos empecemos a preocupar. El sector exterior, que fue fundamental para nuestra recuperación, prácticamente se ha parado. Y coincide con un momento en que la productividad no se estanca y los salarios crecen de manera significativa.
- El turismo para el año 2019 seguirá con cifras excelentes, pero por primera vez en los últimos 4 o 5 años no va a aportar crecimiento ni a la economía española ni al sector horeca, sobre todo porque durante el verano tendremos menos ingresos por turismo.
- El consumo sigue creciendo por el incremento de renta bruta disponible y porque el índice de confianza del consumidor sigue muy alto. Si comienza a aumentar la incertidumbre y se degrada la confianza del consumidor, notaríamos un impacto muy rápido en el consumo.
- Si miramos a largo plazo vemos que el potencial de crecimiento de la economía española no es muy alto, está entre el 1% y el 1,5%. Eso es lo que creceremos si no hacemos nada más. Pero ese crecimiento es insuficiente para nuestras necesidades. Por tanto, es indispensable que apliquemos reformas estructurales serias. Llevamos más de 5 años sin acometer estas reformas estructurales que abarcan el mercado laboral, la reforma del sistema de pensiones y la mejora de la educación y la formación profesional, en particular la dual. Es inconcebible que con un 14% de desempleo haya dificultades para encontrar personas con la cualificación necesaria. Por último, nuestro país necesitará mucha inmigración en los próximos 8 o 10 años. Pero necesitamos ordenar y gestionar adecuadamente esa inmigración, aportando soluciones.
Si aplicamos correctamente todas estas reformas, daremos un gran salto potencial en nuestro crecimiento de los próximos años.
AECOC. 3 ejes de trabajo
Ante este contexto, cobran especial relevancia 3 ejes de trabajo para las empresas, en los que AECOC ha centrado su plan estratégico 2017-2019: competitividad, sostenibilidad, digitalización y omnicanalidad. En cada uno de esos ejes, AECOC tiene importantes líneas de trabajo:
- Calidad del dato. Para ser más competitivas, las empresas tienen que mejorar la calidad de los datos. Desde AECOC trabajamos en crear una cultura de la gestión de datos dentro de las empresas. Eso pasa por identificar la falta de calidad en los diferentes puntos de la cadena de suministro a través de auditorías, así como por prevenir los errores en origen mediante recomendaciones y formación tanto para grandes empresas como para pymes.
- Sostenibilidad. Es imprescindible para responder a las nuevas demandas del consumidor, asegurar la viabilidad de los proyectos empresariales y liderar el cambio que precisa el actual modelo económico. Por eso, hemos creado el Comité de Sostenibilidad de AECOC, para tener una actuación mucho más proactiva y para preservar la reputación del sector en este ámbito.
- Smart Distribution. El auge del e-commerce y el B2C cambian radicalmente la problemática de las ciudades y requieren soluciones para gestionar con éxito la última milla. A través de su proyecto Smart Distribution, AECOC promueve actuaciones con colaboración externa para plantear soluciones a los ayuntamientos y poner en marcha pruebas piloto.
Estos proyectos suponen un reto, pero también un gran abanico de oportunidades para las empresas. Para ayudarles en este camino, AECOC centra la última etapa de su plan estratégico 2017-2019 en vincular todos sus servicios y proyectos a la mejora competitiva, en conseguir mayor relevancia en divulgación y pedagogía y en trabajar con las pymes para asegurar la mejora en el conjunto del sector.
FRANCISCO JAVIER CAMPO
Presidente de AECOC