Rosa Galende, TDN
Nº 37 – OCTUBRE 2021

Dice Mauro Guillén, una de las voces más originales del momento, que la pandemia no tiene vuelta atrás. Que el covid nos ha dado la oportunidad de replantearnos cómo hacemos algunas cosas. Afirma que el desplazamiento de los centros de gravedad de la población se está acelerando y que ese futuro en el que los mercados emergentes de Asia iban a dominar el mundo va a llegar antes de lo que pensábamos.

La pandemia lo está acelerando todo, pero el cambio más revolucionario al que nos enfrentamos viene de lejos. según guillén, el acceso de la mujer a la educación es, de lejos, el shock más relevante que se ha producido en los últimos 30 o 40 años en el mundo, el que va a tener y ya tiene mayores consecuencias. Olvídense de la caída de la Unión Soviética, de la revolución tecnológica, de internet y la telefonía móvil. Desde su punto de vista, la mayor transformación, la que mayor número de consecuencias tiene, está en el acceso de la mujer a la educación. Porque lo cambia todo. Sus argumentaciones sobre tendencias demográficas y de futuro seguro que no les dejan indiferentes.

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“Europa es cada vez una parte más pequeña del mundo. Hay que mirar a África”.

Mauro Guillén es de esos pocos españoles que triunfan en el universo internacional de los gurús de los negocios, copado por nombres extranjeros. Credenciales no le faltan a este leonés que se licenció en Ciencias Económicas y Empresariales en Oviedo y en Sociología en la Universidad de Yale, en Estados Unidos, donde ha desarrollado toda su carrera profesional. Ha ocupado la cátedra Zandman de Gestión Internacional en la Wharton School de la Universidad de Pensilvania y este año regresó a Europa como decano en la Cambridge Judge Business School (Reino Unido). Es autor de numerosos libros, entre ellos “2030. Viajando hacia el fin del mundo tal y como lo conocemos”, en el que explica cómo las grandes tendencias actuales están modelando el futuro del planeta.

Rosa Galende: Su libro “2030 viajando hacia el fin del mundo tal y como lo conocemos” se publicó en marzo de 2020. En plena pandemia. ¿Qué hemos aprendido en este periodo?

Mauro Guillén: ¡Esta crisis nos ofrece una oportunidad para replantearnos cómo hacemos las cosas! Antes de la pandemia todo el mundo se pasaba, por término medio, dos horas al día metidos en un coche o en el transporte público, para ir a la oficina. Y hemos aprendido que no es necesario hacer eso. Hay un gran número de trabajos que se pueden realizar de forma remota o por lo menos híbrida.

También hemos aprendido que la formación virtual no es inferior en calidad a la presencial. Y esto seguramente tiene muchas implicaciones para el futuro, no tanto en la escuela y la universidad, como en la formación continuada de los empleados, una actividad que está en alza. Los trabajadores y las empresas se han dado cuenta de que las herramientas virtuales son perfectamente válidas y ayudan a la gente a actualizarse y adquirir nuevos conocimientos.

Sobre todo hemos aprendido que estábamos organizados de una manera que quizás no era la mejor para conciliar vida familiar y trabajo, ni tampoco para ser productivos o creativos. Y ya no digamos para el medio ambiente.

Es muy probable que si se consolidan estos modelos híbridos consigamos resolver al menos parte del problema de la degradación ambiental y del cambio climático. Tenemos una gran oportunidad para replantearnos cómo hacemos las cosas y los ejemplos más claros son el trabajo híbrido y el aprendizaje virtual.

Los cambios que estamos viviendo son tan profundos que es difícil seguir el ritmo de los tiempos.

Vivimos en la economía del conocimiento, lo que significa que muchos puestos de trabajo requieren emplear conocimiento. Y ese conocimiento va cambiando muy rápidamente debido a los avances tecnológicos, la competencia global, etc. Hoy vivimos en un contexto en el que convergen tres tendencias:

  1. El cambio tecnológico y la competencia global.
  2. Cada vez vivimos más años.
  3. Y nos mantenemos en buen estado físico y mental durante más tiempo.

Estas tres grandes tendencias tienen unas implicaciones muy claras. Por una parte, el cambio tecnológico hace que lo que sabemos se quede obsoleto más rápidamente que en el pasado, aumentando la necesidad de formarse, de mantenerse al corriente de los avances… Y, dado que tendremos una vida laboral más prolongada, vamos a tener que ponernos a estudiar no solamente una vez, cuando somos jóvenes, sino en más momentos de nuestra vida. Y en esa presumible ‘vuelta a la escuela’, quizás con 40 años, el aprendizaje virtual va a jugar un papel muy importante porque aporta la flexibilidad que la gente va a necesitar en esas transiciones.


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