FUENTE:
26/08/2019

causse

Jean-Gabriel Causse es un escritor y diseñador especialista en la influencia de los colores en el comportamiento y las percepciones humanas. Miembro del comité francés del color, Causse es autor del ensayo «El asombroso poder de los colores», editado en 18 países y en el que recoge la mayoría de estudios recientes sobre las influencias del color en nuestra actividad cerebral. Acaba de estrenar su primera novela, «El día que amaneció sin colores» (Ed. Grijalbo). Con ella, Causse denuncia que en la cultura occidental el color nunca había estado tan ausente como hoy.

Zapatillas verdes, traje azul y pañuelo verde. Así acude Jean-Gabriel Causse a esta entrevista. Y no es casualidad. Cada color comunica algo diferente. Vivimos rodeados de colores, pero no somos conscientes de lo importantes que son. ¿Sabía que dos de cada tres personas se fijan antes en el color que en cualquier otro factor a la hora de juzgar un producto? ¿Y que la productividad en una empresa con oficinas coloridas es un 10% más alta? Estas son solo algunas de las curiosidades que explica Jean-Gabriel Causse, escritor y diseñador especializado en el color.

«Cuando miramos una imagen de felicidad, activamos la misma zona del cerebro que cuando miramos un fondo liso de color rosa».

Emilio Cáceres: ¿Cómo surgió su interés por el color?

Jean Gabriel-Causse:Trabajaba como publicista en una agencia parisina, y estaba buscando un cambio. Un día llevaba puesta una camiseta blanca y se me cayó una gota de vino de Burdeos, y pensé: “Para los amantes del vino, el burdeo es un color bonito”. Pero luego pensé que, si dijera que el color de mi camiseta es Château Petrus del 89, el color tomaría una nueva dimensión. Y los amantes del vino realmente lo apreciarían. Esto me llevó a crear la primera agencia especializada en la comunicación a través del color, donde dupliqué colores muy particulares, como el de los ojos de la Mona Lisa o el azul del planeta Tierra visto desde el Apolo 17. En 2012 hice un proyecto para un hospital psiquiátrico infantil, y me pregunté: “¿Qué color me gustaría que tuviese la habitación de un niño con depresión? ¿Un rojo para despertarle, un azul para tranquilizarle…? Me di cuenta de que los científicos trabajan mucho con la influencia de los colores. Y, en cambio, los diseñadores no tenemos prácticamente ninguna noción. Así que decidí escribir un libro sobre la influencia del color (“El asombroso poder de los colores”, 2014).

Este año ha publicado su primera novela, “El día que amaneció sin colores” (ed. Grijalbo, 2019), que cuenta la historia de un mundo en el que los colores desaparecen. Charlotte es una científica invidente especializada en el color. Y Arthur es un empleado en una fábrica de lápices de colores. Ambos salen en busca de los colores desaparecidos. ¿Cuál es el mensaje que quiere transmitir con este relato?

La novela busca denunciar que, en Occidente, el color nunca ha estado tan ausente como hoy. Antes las habitaciones se pintaban de color azul, verde, rojo… Hoy la mayoría de las habitaciones son blancas. El blanco domina nuestro hogar. Y ya prácticamente no nos vestimos con colores. Nuestros coches son grises, negros o blancos. Vivimos en una sociedad donde el color casi ha desaparecido. En cambio, en el resto del mundo está muy presente. África, América del Sur y países como India son muy coloridos. Esto es una pena, porque el color tiene una influencia mucho más fuerte en nuestra vida de lo que podemos imaginar. La novela quiere transmitir a las personas que introduzcan el color en su vida, porque les hará más felices.

¿Por qué está desapareciendo el color en Occidente? ¿Cuáles son las causas?

Estoy convencido de que es solo una moda. Hasta finales de los años setenta, vivíamos en apartamentos con mucho color y vestíamos ropa colorida. Creo que el color volverá a aparecer.

«Los colores cálidos favorecen la productividad, mientras que los colores fríos permiten una mayor creatividad».

  • El amarillo es un color muy estimulante para el cerebro y es fantástico en entornos profesionales”.

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EL PODER DEL COLOR

¿De qué manera influyen los colores en las decisiones que tomamos?

Cada color tiene una influencia determinada y activan zonas distintas de nuestro cerebro. Por ejemplo, el color que más influye en la percepción y el comportamiento es el rojo. Si tenemos una habitación completamente roja, por un lado, puede resultar muy agotador, pero al mismo tiempo resulta fascinante. Cuando llevamos rojo ejercemos más influencia en la persona que nos mira. En el hombre, el rojo está asociado con la dominación. En el caso de los monos, los machos dominantes tienen los ojos y las nalgas rojas. Si un día el líder de la tribu pierde una pelea, pierde su posición y también su color rojo. Este color en un hombre significa “yo soy el líder”. Por eso muchos políticos utilizan una corbata roja.

Solía hacerlo Barack Obama.

Efectivamente. Y las mujeres, cuando llevan rojo, despiertan en nuestro cerebro primario el hecho de que son fecundas. Por eso nos sentimos más atraídos hacia ellas. Eso también lo vemos en los chimpancés bonobos. Cuando las hembras están ovulando se ponen una hoja roja en el cuerpo y tiene los labios de la boca y genitales mucho más rojos.

¿Y qué efectos producen los otros colores?

  • El rosa. Cuando miramos una imagen de felicidad, activamos exactamente la misma zona del cerebro que cuando miramos un fondo liso de color rosa. De ahí viene la expresión de los años 50 “Voir la vie en rose” -ver la vida en rosa-. Todos deberíamos tener en nuestras casas este color, y también en el trabajo. Cuando remodelo oficinas, a menudo propongo el rosa para la entrada. Así, los trabajadores y la gente que llegue tendrá la sensación de que es un lugar alegre. Si usas el rosa para vestir, te van a sonreír más. Incluso en la cárcel de alta seguridad de Seattle pintaron celdas de color rosa para relajar a los presos más agresivos. La iniciativa tuvo mucho éxito.
  • El naranja. Cuando uno mira el naranja activa la zona del cerebro relacionada con el lenguaje. Es un buen color para la comunicación. Muchos psiquiatras usan el naranja en su despacho. No es una coincidencia que exista una compañía de telefonía móvil llamada Orange…
  • El amarillo. Es el color más odiado del mundo. Y es curioso, porque es el color del sol. Si pones amarillo en tu casa, tienes un sol permanente. Pero, como no es muy querido, las expresiones relacionadas con el amarillo son bastante negativas (“rire jaune” quiere decir en francés reírse falsamente y “jaune cocu” significa traicionar). También se dice que Judas vestía de amarillo. Y la estrella judía era amarilla porque era un color que los nazis detestaban. Pero, en realidad, este color es muy estimulante para el cerebro y es fantástico en entornos profesionales.
  • El verde. Es el color del equilibrio: está en el medio del espectro visible del ojo humano, entre el infrarrojo y el ultravioleta. Una persona que lleva verde inspira confianza. En Las Vegas hicieron un estudio para determinar si el color del tapiz de juego de la ruleta podía tener una influencia en el comportamiento del cliente. Utilizaron tapices rojos, verdes y azules. Cuando el tapiz era rojo, los jugadores apostaban fuerte, pero se detenían muy rápido. Cuando era azul, jugaban con pocas ganas y tendían a aburrirse. Y cuando era verde, jugaban de forma moderada, pero por más tiempo. Aunque perdieran, tenían la esperanza de volver a ganar. Asimismo, el dólar es verde porque era el mejor color para explicarle a los mineros que una pepita de oro tenía el mismo valor que un trozo de papel.

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«Si vendemos casi siempre un producto en azul, no significa que el amarillo o el verde sean un fracaso, sino que precisamente esos colores nos permiten vender el azul».

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