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Ana Martínez Moneo

Código 84 280 | Septiembre 2025

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Carlos Villar
Director general de Bodegas Protos

Fundada hace casi 100 años por 11 viticultores visionarios, Bodegas Protos es pionera en elaborar vino de calidad embotellado y construir marca en tiempos del vino a granel. Impulsora de DO Ribera del Duero, a quien cedió la marca de su propiedad, hoy está presente en más de 100 países.

Tras completar su transición hacia la agricultura ecológica, impulsa un nuevo proyecto de vinos de altura en Soria. Con sede en Peñafiel (Valladolid), factura 52 millones de euros y ha hecho de la exportación uno de los pilares clave de su crecimiento. Su objetivo ahora: conquistar al consumidor anglosajón y asiático.

”El crecimiento no es un fin, sino la consecuencia de cuidar la marca, el vino y al viticultor”. Lo dice Carlos Villar, director general de Bodegas Protos. Mientras el consumo de vino cae, la compañía sigue creciendo apalancándose en 4 pilares clave: la calidad, la marca, la diversificación y la presencia internacional.

La unión como fuerza

La historia de Bodegas Protos comienza en 1927 como el proyecto común de 11 visionarios que deciden unir sus fuerzas, compartiendo inquietudes y objetivos. Querían hacer vino tinto de calidad (la Ribera del Duero era una zona de claretes –rosados–), criado en barrica, embotellado (en aquella época casi todo el vino se vendía a granel), con marca y que fuese reconocido. Una visión que hoy puede parecer una obviedad, pero que en los años veinte era toda una osadía.

Ese proyecto común tiene 2 hitos clave:

  • La creación de una marca. Primero nace Ribera del Duero y después Protos, que desde los años treinta se convierte en la única marca. En 1982, cuando se crea la Denominación de Origen, la compañía cede el uso de su primera marca Ribera del Duero en un acto de generosidad a otro proyecto común que entonces no se sabía si tendría éxito o no pero que “pensaba en grande”, como ellos.
  • El reconocimiento a la calidad. En 1929 se presentan las dos primeras añadas en el concurso internacional de vinos de Barcelona, consiguiendo dos medallas de oro. Para Villar, “más allá de la medalla, lo transcendental fue esa filosofía de buscar reconocimientos a una marca desde los primeros momentos”.

Pensar en grande para crecer

La empresa ha ido evolucionando y adaptándose a los tiempos. Así, a finales de los años ochenta, los socios deciden convertir la cooperativa en sociedad anónima para poder seguir creciendo, ya que los estatutos no permitían comprar uva de externos. Y ya en 1986 se compra una bodega en Anguix (Burgos), que hoy representa el 65% de la producción. Y en 2008 se inaugura la nueva bodega, diseño del arquitecto Richard Rogers, que permitió ampliar considerablemente la capacidad de producción de calidad y almacenamiento, aunque sumió también a la compañía en una importante deuda.

Es entonces (2009) cuando Carlos Villar toma el mando. En plena crisis financiera y de consumo y con la empresa muy endeudada. “Lo tenía claro: teníamos que centrarnos en lo importante: los clientes”, recuerda Villar, que lleva las ventas en la sangre. Desde entonces bajo su liderazgo se ha impulsado el proceso de modernización, de expansión internacional y consolidación de marca que ha situado a Protos entre las 50 marcas de vinos más admiradas del mundo.

Carlos Villar es máster en viticultura y enología e ingeniero técnico agrícola, MBA por el IE y cursó ingeniería de montes, ya entonces preocupado por el cambio climático, la calidad de las tierras y su impacto en el vino, se especializó en medioambientales. El vino también corre por sus venas; pertenece a la cuarta generación de una bodega familiar en Toro (Valladolid). Antes de llegar a director general en Protos fue su director de exportación durante 4 años, impulsando fuertemente la expansión internacional.

Hoy, después de 16 años al frente, su misión sigue siendo preservar los valores de identidad y autenticidad, con una marca de calidad coherente y consistente. “Una botella de Protos nunca defrauda”, añade. Y, sobre todo, poner las luces largas a 25-50 años vista.

«¿Cómo se hace marca? Estando en los mejores restaurantes y centros de consumo. Que la gente la vea aunque pueda no consumirla. Y cuando empiece a consumir, tu marca ya les suena y es el momento de vender.».

BODEGAS PROTOS EN 6 CLAVES

  • La calidad: “Nuestra preocupación máxima siempre tiene que ser cómo hacer un mejor vino. En Protos tenemos más enólogos que comerciales”.


  • La marca: “Para cuidar la marca tenemos que decir no a muchas cosas, porque queremos que dentro de otros 100 años esté igual o más sana que ahora”.


  • El posicionamiento: “Nunca hemos apostado por precios bajos. Si tu marca es low cost, tus proveedores lo van a ser y tus clientes también”.


  • La internacionalización: “El objetivo es replicar el modelo de España: crecer creando valor, siendo una marca referente, que no defraude, que mantenga su calidad y consistencia”.


  • La diversificación: “Queremos cultivar toda la franja de la Ribera del Duero para diversificar productos y también riesgos. Somos la única bodega de la DO Ribera del Duero presente en las tres zonas principales de la denominación: Valladolid, Burgos y Soria”.


  • El crecimiento: ”No estamos obsesionados con crecer, sino con crear valor. Si el mercado dijera que no está dispuesto a pagar ese precio, no podríamos seguir creciendo”.

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