an pasado 30 meses desde el referéndum sobre la salida de Reino Unido de la Unión Europea y las posturas sobre un Brexit ‘duro’ o ‘blando’ han marcado la agenda política europea. Dos años y medio durante los cuales la situación para las empresas en vez de clarificarse se ha ido complicando más si cabe. Las dudas son muchas: ¿Cómo va afectar a las exportaciones? ¿Y a los permisos de trabajo? La incertidumbre es patente. A continuación, recogemos las opiniones de algunas empresas al respecto y cómo están viviendo este momento histórico.



JOAN MIR, DIRECTOR GENERAL DE ANECOOP

Frutas y hortalizas, las grandes afectadas

  • Peso del mercado británico. Reino Unido se sitúa dentro del top 10 de países a los que exportamos productos, moviéndonos en torno a las 30.000-40.000 toneladas anuales. En el ejercicio 2014-2015 fue el cuarto destino de nuestras exportaciones con algo más de 40.000 toneladas, en 2015-2016 el quinto con unas 37.000 toneladas y en el pasado ejercicio se situó en la sexta posición con unas 32.000 toneladas.
  • A la expectativa. Estamos expectantes y evitando hacer especulaciones sobre las medidas que se impondrían en caso de un Brexit “duro”, algo que, si bien es natural, resulta prematuro. Nosotros confiamos en el buen posicionamiento de nuestra red comercial y logística en el país. El Grupo Anecoop cuenta con una filial bien consolidada en Reino Unido (FESA UK), y estamos preparados para asumir los retos que surjan con el apoyo de nuestros socios productores y la profesionalidad de nuestros equipos de trabajo.


JAVIER FERNANDEZ HIDALGO, CONSEJERO DELEGADO DE RESTAURANTES HISPANIA Y VICEPRESIDENTE DE LA CÁMARA DE COMERCIO DE ESPAÑA EN EL REINO UNIDO

Libre circulación de personas y productos, la clave

  • Un proceso incierto. Ante la falta de concreción sobre el acuerdo final es muy difícil diseñar un plan de contingencia. En el caso de nuestro negocio, restaurantes y catering Hispania, nuestra actividad hasta la fecha ha sido normal y no hemos notado un descenso en el volumen de trabajo y ventas. No obstante, el momento se vive con incertidumbre. Nadie sabe que va a ocurrir realmente.
  • Los retos de las empresas. Las empresas que como Hispania dependen en gran medida de personal español y proveedores españoles tienen ante sí dos retos fundamentales: la libre circulación de personas y trabajadores y la libre circulación de productos. Es esencial que en el futuro acuerdo que se apruebe entre el Reino Unido y la Unión Europa se mantenga una contratación de personal fácil y poco burocrática, aunque entendemos que por fuerza será aun más restringida. No obstante, dentro de lo malo, hay que ser optimistas, aunque sin duda los primeros tiempos de transición serán muy complicados. Si Reino Unido se ve afectado negativamente por este acuerdo, y se tiene una perspectiva clara de esta situación, esperemos que el Gobierno tenga la cintura suficiente para intentar cambiar el rumbo y solicitar nuevos acuerdos. Pero si el periodo se alarga dejará en serias dificultades a las empresas dependientes de los dos parámetros que comentaba.
«El momento se vive con incertidumbre. Nadie sabe qué va a ocurrir realmente».



EVA PRADA, SPAIN DIRECTOR DE LA BRITISH CHAMBER

​Las empresas británicas ante el Brexit

  • Gran preocupación. Las empresas socias de la Cámara de Comercio Británica muestran un creciente desconcierto y preocupación a dos meses para que el Brexit sea una realidad, en especial ante la posibilidad de que no se llegue a un acuerdo entre ambas partes. Lo que buscan nuestras empresas es seguridad jurídica y económica para poder tomar decisiones a futuro; no quieren que haya cambios bruscos que repercutan en sus cuentas de resultados. Un 90% de las empresas asociadas respetan la decisión soberana del pueblo británico, pero no la comparten. Un Brexit duro causará enormes dificultades para las empresas británicas y españolas y un impacto negativo en la economía de ambos países. Los británicos a favor del Brexit votaron para “recuperar el control”, como decía su campaña política, no para “sobrevivir” con una economía más empobrecida.
  • Los retos que vienen. El incremento de costes a causa del establecimiento de aranceles a las exportaciones, los retrasos en el paso de los productos por la frontera, la imposibilidad de prestación de servicios profesionales en la UE, el impacto en los flujos de talento y la pérdida de los beneficios de los acuerdos que los países de la UE tienen con terceros países. Todo ello está causando ya la relocalización de empresas británicas en otros países debido al poco tiempo que queda para que las empresas puedan prepararse.
  • Un mensaje. Las empresas españolas deben asesorarse para los diferentes posibles escenarios y contar con planes de contingencia. Compartimos su preocupación y esperamos que haya una solución de última hora que no limite la enorme actividad comercial y de inversión que hay entre los dos países. No hay que olvidar que el comercio bilateral entre España y Reino Unido alcanza los 60.000 millones de euros y que el país británico es el principal inversor europeo en España, como ha reflejado nuestro último barómetro, manteniendo más de 187.000 puestos de trabajo.

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