28/04/2020

Barbara Calvaresi
Responsable de los sectores de Carne y Frutas y Hortalizas en AECOC

La crisis sanitaria ha traído consigo grandes cambios en la vida de las personas, en las empresas y, por supuesto, en la economía. Y, aunque se trata de una crisis temporal, su alcance mundial y su impacto socio-económico nos sitúan rumbo a una nueva “normalidad” en la que las empresas de todos los sectores deben replantearse su manera de trabajar, su competitividad y sus planes de crecimiento.

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El confinamiento, con su inmovilidad, puede darnos la falsa sensación de un tiempo parado y de que, cuando esta crisis sanitaria termine, todo volverá a ser como antes. Pero las reglas del juego ya han cambiado, así como el consumidor y todo ocurre con la misma variabilidad que los escenarios a los que la sociedad se está enfrentando y con la misma rapidez que las medidas sociales están revolucionando nuestras vidas, tanto privadas como profesionales.

“En la nueva “normalidad” será importante mantener vivo el sentimiento de orgullo de pertenencia al sector primario, que ha demostrado ser esencial y seguir impulsando la cooperación entre los distintos eslabones de la cadena.”

Vamos a analizar los principales cambios que están dibujando la nueva “normalidad” en la que tendremos que aprender a competir con éxito desde los sectores de frutas y hortalizas y carne. Una nueva realidad desafiante pero también con grandes oportunidades para las empresas y las marcas.

  • Sectores imprescindibles. Nunca como hoy se ha puesto en valor ante la sociedad la labor esencial de los sectores primarios, que han demostrado no solo una enorme capacidad de adaptación a las circunstancias, sino también gran profesionalidad y eficiencia para garantizar el suministro. Todo esto ha despertado el orgullo de pertenencia de los profesionales cuya labor, muchas veces, quedaba relegada en la sombra. En la nueva “normalidad” será importante mantener vivo este sentimiento y visible esta labor; así como seguir impulsando la cooperación entre los distintos eslabones de la cadena y reforzar las relaciones duraderas agricultores/ganaderos –fabricantes/distribuidores.
  • Menos confianza del consumidor. Según los datos del primer barómetro AECOC Shopperview ‘Consumo y compra dentro y fuera del hogar durante la crisis sanitaria’, la mitad de los hogares españoles prevé que su situación económica empeore en los próximos meses y el 64% asegura que controlará más sus gastos cuando acabe el confinamiento. En este contexto tendremos que seguir trabajando en nuestras marcas y posicionamiento, sin olvidar dinamizar nuestras ventas con planes de acción conjuntos entre fabricantes y distribuidores para mantener el consumo más allá de los básicos y estimular la demanda.
  • Demanda más ajustada. Tras un momento inicial en el que la demanda se disparó por el efecto de llenado de despensa, ya cuando el consumidor se ha dado cuenta de que el abastecimiento está garantizado ha ido ajustando sus volúmenes de compra a sus necesidades reales, cambiando además el contenido de su cesta y sus hábitos. El actual crecimiento en ventas que se está registrando en la gran distribución viene del importante trasvase del foodservice al retail, ya que hoy todo sucede en casa.

“Del repunte de la hostelería dependen muchas empresas, agricultores y ganaderos. Y el 60% de consumidores está deseando volver a bares y restaurantes.”

  • Un canal horeca perjudicado. La supresión del consumo fuera del hogar ha provocado que muchos proveedores se hayan visto privados repentinamente de todo un canal de comercialización, generando excedentes de producción y referencias que ya no tienen salida al mercado. Del repunte de la hostelería dependen muchas empresas, agricultores y ganaderos. Todo apunta a que será un repunte paulatino y con un 2020 perjudicado por la bajada del turismo. Sin embargo, el consumidor español tiene ganas de retomar su vida de antes, el 60% de los entrevistados está deseando volver a bares y restaurantes, esto nos hace confiar en la reactivación del consumo interno en este canal.
  • Frescos básicos y elaboraciones caseras. Tener que hacer todas las comidas en casa favorece la compra de productos e ingredientes básicos para elaboraciones caseras. Un factor, junto con el precio, que también afecta a los frescos que compra el consumidor. Frutas y hortalizas de temporada y los clásicos tubérculos de invierno protagonizan las cestas, frente a soluciones de 4ª gama o platos listos para consumir. En carnes, el pollo y el cerdo, así como los elaborados más económicos, prevalecen frente a las carnes más caras. Algunos distribuidores han decidido reducir su surtido de carnicería y ciertos proveedores han priorizado la producción de los básicos de alta rotación. Una situación que abre un gran reto para los productores de cordero, ibérico o incluso de vacuno, que están siendo familias más complicadas.

“Tener que hacer todas las comidas en casa favorece la compra de productos e ingredientes básicos para elaboraciones caseras.”

  • La salud como prioridad. La crisis ha agudizado la preocupación del consumidor por una alimentación más saludable. Debemos capitalizar esta oportunidad y centrarla aún más en los productos frescos, con comunicación, con educación, con ideas y recetas, sin olvidar vincular la indulgencia y el placer al concepto de saludable.
  • El valor de la confianza y de los productos locales. Otro gran aprendizaje de esta crisis es la importancia de trabajar muy bien la trazabilidad y el origen de los productos y contar con proveedores de máxima confianza. El 60% de los consumidores declara su preferencia por los productos de proximidad y no solo por su valor percibido, sino también por la confianza que les transmite conocer su procedencia.

“El 60% de los consumidores declara su preferencia por productos de proximidad, tanto por su valor percibido como por la confianza que les transmite conocer su procedencia.”

  • Frescos envasados = más seguridad. Ante la amenaza del contagio, la guerra al plástico ya no parece tan prioritaria. El consumidor ve en los envases de los frescos una barrera a la contaminación y una manera de acelerar el proceso de compra. Aun así, la sostenibilidad seguirá siendo una necesidad imperativa para la sociedad y un valor a tener muy en cuenta en la nueva “normalidad” que nos espera.

“Según la encuesta de AECOC Shopperview, cerca del 20% de los consumidores asegura que comprará más a través del canal online una vez acabe el confinamiento.”

  • La oportunidad del canal online para los frescos. La compra online de frescos ha sido frenada por muchos factores. Sin embargo, en estas últimas semanas cientos de miles de hogares han comprado online por primera vez, incluyendo en sus pedidos los productos frescos. Y el sector no estaba preparado para ello, pues la mayor parte de las cadenas se han visto desbordadas ante esta ingente demanda, llegando a colapsarse en muchos casos. Ya no hay debate, el online es un canal a trabajar en la nueva “normalidad”. Según la encuesta de AECOC Shopperview, cerca del 20% de los consumidores asegura que comprará más a través de este canal una vez acabe el confinamiento. Debemos prepararnos y construir un modelo rentable y escalable de compra online. Un canal que representa también la oportunidad para las empresas de frescos para llegar con su marca al consumidor final.

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