Lorena Antón, C84
28/04/2020
Ángel Máñez es el presidente del Gremio de Mayoristas del Mercado Central del Pescado de Mercabarna. Da voz a 43 empresas mayoristas que, en un año normal, venderían 80.000 toneladas de pescado. Pero las previsiones para este 2020 son muy distintas: la crisis del Covid-19 ha empujado al 50% de sus empresas a un ERTE, mientras el resto ha reducido sus horas de jornada laboral sustancialmente. Máñez advierte de que, si el canal horeca pierde el verano y no puede abrir hasta octubre, muchas empresas se quedarán por el camino y no volverán a levantarse. Por ello reclama ayudas directas al sector como rebajas en las cotizaciones sociales y de tipo fiscal, más allá de los créditos de la banca que, subraya, se han de poder devolver.
Ángel Máñez
Presidente del Gremio de Mayoristas del Mercado Central del Pescado de Mercabarna
¿Cuáles son los principales problemas a los que se están enfrentando las empresas mayoristas de pescado de Mercabarna durante la crisis del Covid-19?
Ángel Máñez: Los principales problemas son la falta de facturación y la falta de liquidez. Por un lado, estamos trabajando mucho menos, facturando la mitad de la cifra que normalmente alcanzamos. Por otro, muchos de nuestros clientes del canal horeca no nos pueden pagar. Aunque esperamos que puedan hacerlo más adelante, esto nos está generando un gran problema de liquidez. Y necesitamos este dinero para, al mismo tiempo, pagar a nuestros proveedores, que no tienen ninguna culpa.
De momento lo estamos compensando con préstamos ICO y créditos de la banca, pero las ayudas llegan tarde y con cuentagotas.
Bajada de facturación. Antes de la crisis del Covid-19, estábamos facturando alrededor de 500 millones de euros al año. Ahora estamos al 50%.”
¿Qué volumen de negocio alcanzaban las empresas mayoristas de pescado en Mercabarna antes de la crisis y qué cifra trabajan hoy?
Antes de la crisis del Covid-19, estábamos facturando alrededor de 500 millones de euros al año. Ahora estamos al 50%, contamos con cerrar el año con una cifra de entre 220 y 250 millones, dependiendo de lo que dure esta situación.
El 50% de facturación que sí estamos trabajando actualmente nos llega gracias a la actividad de los mercados municipales, de las tiendas en la calle y de algunas cadenas de distribución.
Los precios se han estabilizado. “Hemos llegado a un punto de inflexión. Los barcos están trayendo unas cantidades de pescado más adecuadas a la demanda actual, o simplemente están saliendo menos barcos.”
¿Qué impacto está teniendo el cierre del canal horeca en las actividades mayoristas de pescado?
El cierre del canal horeca ha hecho que nuestras ventas de congelado caigan un 80%, y las de frescos, otro 50%. Hay mucho pescado congelado que iba directamente al canal horeca y que ahora ya no tiene salida. El pescado que se puede vender en la pescadería no está sufriendo tanto.
Algunos mayoristas, los que son proveedores de residencias u hospitales, quizás siguen trabajando igual que antes, pero quienes no tienen este tipo de cliente, que son la mayoría, están trabajando muy poco.
Pérdida de valor comercial. “El pescado pensado para el canal horeca, que debería ir a 25 o 30 euros el kilo, está ahora a 8 o 10 euros. ¿Quién puede llevarse a casa un rodaballo de 5 kilos?”
¿Qué actividades se están viendo más afectadas?
Los mayoristas tenemos una línea de preparación de pescado para el canal horeca y evidentemente esto ahora está a cero.
En cuanto a exportaciones, estamos realizando un 20% de lo que es habitual. Los camiones están saliendo con normalidad, pero las exportaciones que solemos hacer sobre todo a países como Francia o Italia son ahora más complicadas ya que se trata de países que están cerrados y donde la mayoría del producto también va al canal horeca.
ERTES y reducción de jornada. “Entre el 50% y el 60% de las empresas han hecho un ERTE. Del resto, la mayoría ha solicitado reducir sus horas de jornada laboral en un 50%, 60% o 70% del tiempo.”
¿Cuál está siendo la evolución de los precios del pescado durante la crisis?
Cuando toda esta situación comenzó, los barcos estaban saliendo a pescar con normalidad para conseguir producto para toda la cadena de distribución, pero nosotros estamos trabajando solo al 50%, por lo que es normal que ellos también bajaran. Muchos barcos dejaron de tener actividad porque no les compensaba salir a vender a los precios que había.
Ahora hemos llegado a un punto de inflexión en el que los barcos están trayendo unas cantidades de producto más adecuadas a la demanda actual, o simplemente están saliendo menos barcos. Esto hace que los precios se hayan estabilizado un poco.
Devolución de créditos. “Los créditos están bien y son una ayuda, pero hay que devolverlos. Y hemos de pensar que las empresas que están trabajando al 50%, al final del año no ganarán dinero. Al contrario, van a perder.”
¿Hay algún producto que esté mostrando un comportamiento especial?
Nos estamos dando cuenta, a través de las pescaderías tradicionales y de los distribuidores, de que está aumentado el consumo de pescado en el hogar. Esto hace que el precio de algunos pescados dirigidos a este tipo de consumo esté ligeramente por encima de lo que sería habitual.
Sin embargo, el producto que iría a canal horeca ha perdido todo el valor comercial. Estamos hablando de colas de rape grandes, merluzas grandes, rodaballos grandes… pescados que deberían ir a 25 o 30 euros el kilo, ahora están a 8 o 10 euros. Ha bajado muchísimo. ¿Quién puede llevarse a casa un rodaballo de 5 o 6 kilos?
Medidas económicas. “El sector va a quedar tocado y muy tocado. Hacen falta ayudas más directas como rebajas de cotizaciones sociales, del pago de autónomos o de tipo fiscal.”
¿Se vende de la misma manera?
La manera de vender por nuestra parte no ha cambiado mucho, más allá de que intentamos ayudar a que la compra sea lo más rápida y cómoda posible. Los mayoristas seguimos preparando el pescado de la misma manera.
Quien sí ha cambiado su manera de vender es la pescadería tradicional, que ahora trabaja mucho más que antes la distribución a domicilio.
¿Cómo están desarrollando la gestión de los recursos humanos?
Entre el 50% y el 60% de las empresas mayoristas de pescado de Mercabarna han hecho un ERTE. Del resto de empresas, las que todavía tienen actividad, la mayoría ha solicitado acogerse a un ERTE para reducir sus horas de jornada laboral en un 50%, 60% o 70% del tiempo debido a causas organizativas y económicas.
Cierre del canal horeca. “Si perdemos el verano, muchas empresas no podrán resistir y no se volverán a levantar, especialmente aquellas con clientes 100% del canal horeca.”
¿Creen que las ayudas económicas que ofrece el Gobierno son suficientes? ¿Tienen alguna petición concreta por parte del sector?
Los créditos están bien y son una ayuda, pero hay que devolverlos. Y hemos de pensar que las empresas que están trabajando al 50%, al final del año no ganarán dinero. Al contrario, van a perder. El sector va a quedar tocado y muy tocado. Por eso creo que hacen falta ayudas más directas como rebajas de cotizaciones sociales, del pago de autónomos o de tipo fiscal.
Además, los créditos tardan en llegar un tiempo desde que se hace la solicitud hasta que se conceden. Y una empresa debe poder aguantar ese tiempo.
¿Con qué escenarios piensa que podría encontrarse el sector tras superar esta crisis?
Estamos oyendo que el canal horeca puede no volver a abrir hasta el mes de octubre… Si perdemos el verano, muchas empresas del sector no podrán resistir y no se volverán a levantar, en especial aquellas con clientes 100% del canal horeca. Será muy difícil que aguanten cuatro o cinco meses más.
Otro problema serio que tenemos es que las compañías de seguros van a retirar la cobertura a las empresas que no están pudiendo hacer frente a sus pagos hoy en día. Va a ser un problema cuando nosotros, como mayoristas, podamos volver a venderles producto porque abran de nuevo los restaurantes.
Nuevos aprendizajes. “Muchos de nuestros clientes, pescaderías y también algún distribuidor de horeca, han sabido adaptarse y han aprendido a hacer reparto a domicilio. Podríamos decir que han abierto una nueva línea de negocio.”
¿Podemos sacar algún aprendizaje de esta crisis?
Sí. Las empresas debemos intentar ser más fuertes y tener más liquidez. Esta crisis no se la esperaba nadie, ha venido de un día para otro, pero tenemos que aprender a estar más posicionados en nuestro sector y trabajar de manera distinta, con menos estructura. Seguramente, cuando esto pase, cambiarán muchas cosas.
¿Alguna lectura en positivo?
En general la situación es muy complicada. Pero si podemos sacar algo positivo de todo esto es que muchos de nuestros clientes, pescaderías y también algún distribuidor de horeca, han sabido adaptarse y han aprendido a hacer reparto a domicilio. Podríamos decir que han abierto una nueva línea de negocio. Y eso es bueno.
