30/03/2020
La prioridad es garantizar el suministro y responder al auge de la demanda, sobre todo de productos elaborados. Las compañías del sector intensifican sus ritmos de producción, mientras se enfrentan al reto de contar con menos fuerza productiva de la necesaria.
JOAN CARLES SAN JOSÉ, PRESIDENTE DEL COMITÉ DE CARNES DE AECOC Y VICEPRESIDENTE EJECUTIVO DE GRUPO ROLER
“Ahora el reto principal es seguir abasteciendo a la sociedad”
- Sector estratégico. El mayor reto y lo más importante ante esta situación excepcional es poder suministrar alimentación fresca para no romper la cadena alimentaria. Si esto pasara sería gravísimo para el sector y para la sociedad. Los productos frescos son estratégicos.
- Producción incrementada. Por eso, desde Roler estamos manteniendo un ritmo de producción incrementado para responder a la alta demanda que estamos recibiendo.
El reto principal ahora no es vender, ni la rentabilidad sino conseguir no romper la cadena y seguir abasteciendo a la sociedad, manteniendo precios y produciendo con las máximas garantías de seguridad para nuestros trabajadores.
JOSEP ROSANAS, DIRECTOR GENERAL DE FRIBIN
“No estamos ante una crisis estructural del sector cárnico, ni de un sector determinado, sino ante una crisis de consumo vinculada a un factor puntual muy negativo que, en cuanto mejore la coyuntura, si mejora, podrá revertir en una recuperación del consumo”
- Seguridad garantizada. Somos un sector “privilegiado” porque podemos seguir trabajando y tenemos la responsabilidad de asegurar la producción y el abastecimiento a la sociedad. Para ello, hemos incrementado nuestras medidas de seguridad que ya eran muy altas, implementando por ejemplo la medición de la temperatura a los trabajadores antes de que accedan a planta y la desinfección de manos de todos los operarios antes de acceder a los vestuarios. Después siguen con la dinámica habitual reforzada por las normas de distancia entre ellos y por las nuevas reglas impuestas por la situación.
- Bajan las ventas de vacuno y porcino. En cuanto a la evolución de las ventas, más allá de las exportaciones – que también se han visto afectadas por la alarma COVID-19, sobre todo en Italia y países del centro de Europa- nuestra principal preocupación es el mercado español, en el que las ventas sobre todo de vacuno y en menor grado de porcino, están disminuyendo. Al comienzo de la crisis registramos un pico de ventas porque el consumidor procuró abastecerse incluso en exceso, pero al cabo de una semana se observó una contracción del mercado que posiblemente habrá originado inicialmente un descenso del 5-7%, siendo en este momento imprevisible cómo se desarrollará en el futuro.
- Crisis puntual de consumo. Es importante remarcar que el Covid-19 no es una crisis estructural ni de un sector determinado, sino una crisis de consumo vinculada a un factor puntual muy negativo que, en cuanto mejore la coyuntura, si mejora, podrá revertir en una recuperación del consumo. Recuperación que, por otra parte, será más rápida o más lenta en función de la magnitud de los efectos de la pandemia.