Redacción C84
Nº 249 – JULIO 2022
Los precios y la incertidumbre han marcado la evolución del gran consumo en lo que va de año, que crece en valor un 4,6%. Un escenario inflacionista que ha propiciado la aparición de nuevos tipos de consumidores ante el gasto y como consecuencia la acción de diferentes estrategias para dar respuesta. Ángeles Zabaleta, directora Advanced Analytics en NielsenIQ España y Portugal, analiza el impacto de los últimos acontecimientos en el sector y pone foco en cómo afrontar el futuro.
La escalada del IPC
En enero el IPC se situó en 6,1%, en febrero en el 7,6%, en marzo en el 9,8% para bajar al 8,3% de abril y volver a subir en mayo al 8,7%. Las causas: la guerra en Ucrania, máximos en los combustibles y electricidad, huelga de transportes y el confinamiento de Shanghái. Todo esto en tres meses, lo que ha provocado que el mercado y la confianza del consumidor se muevan entre la incertidumbre y la inflación.
El impacto en gran consumo
Evolución. El crecimiento en valor es del 4,6%, alcanzando casi los 97.000 millones de euros en el TAM de abril. En valor del precio de la cesta ha crecido un 6% y en volumen una contracción de la demanda del –1,3%.
Desglose de envasados y frescos. Ambas categorías muestran evoluciones del precio cesta por encima del 5% (7% en el caso de envasados y 5% en frescos), pero con ligera contracción de la demanda en envasados (–0,5%) y una caída mayor (–3,3%) en frescos. Esto deja un crecimiento de 6 puntos en envasados y solo un 1,4% para los productos frescos. Así, el precio cesta continúa al alza: en abril se sitúa en un 10,6% para envasados y un 9,3% en frescos.
Un mercado resiliente, competitivo y dinámico. A pesar de las dificultades, la evolución de la superficie comercial no ha parado con un incremento de metros cuadrados en torno al 1% y el 2%.