28/04/2020
JAVIER MANCEBO,
DIRECTOR GENERAL DE EMCESA
El factor precio. Al principio del estado de alarma los consumidores compraron bajo la presión y el miedo al posible desabastecimiento, por lo que cualquier tipo de carne, sin importar su precio, llegaba a la cesta de la compra. Pasado un tiempo y ante el descenso de poder adquisitivo de gran parte de la sociedad, debido a las circunstancias actuales, el consumidor se ha vuelto mucho más selectivo. Ahora consume carnes y elaborados más económicos y descarta los de precio más elevado, como puede ser el cordero, ibérico o incluso el vacuno. Debido a esto, los productores de estos tipos de carne están atravesando serios problemas en este momento.
Referencias básicas. El consumo se está inclinando hacia las preparaciones más básicas en las cocinas. Entre los productos básicos, que hoy son los protagonistas en las cestas de la compra, podemos incluir las carnes picadas, los preparados para caldos, cocidos y guisos, el pollo y el cerdo.
Auge online. Evidentemente el confinamiento y el temor al contagio han hecho que muchos consumidores se decidan por el e-commerce. Hemos detectado un aumento considerable del volumen de ventas en los clientes a los que suministramos productos para sus plataformas online.
Eslabones sólidos y unidos. Esta crisis ha demostrado que los diferentes eslabones de la cadena de valor de la distribución deben ser sólidos y estar unidos para trabajar de forma conjunta en la elaboración y desarrollo de los productos. Esa es la única manera de aportar soluciones viables y eficaces ante adversidades de la magnitud de la actual crisis.
