30/03/2020
El gerente de la Asociación Empresarial de Acuicultura de España (APROMAR), Javier Ojeda, nos cuenta en esta entrevista cuáles son los principales problemas que está causando la crisis del Covid-19 en el sector. La difícil obtención de piensos y otros insumos para mantener vivos a los peces y la acumulación de stock en las piscifactorías – provocada por el cierre del canal horeca y el menor consumo de frescos en casa – son algunos de ellos. También preocupa, y mucho, la liquidez de las empresas.
Javier Ojeda
Gerente de APROMAR (Asociación Empresarial de Acuicultura de España)
¿Qué impacto está teniendo la crisis del Covid-19 en el sector de la acuicultura?
Javier Ojeda: Nos afecta tanto el cierre del canal horeca, que ya no nos demanda producto, como la dificultad en las ventas del retail. Además, la mayor parte del pescado de acuicultura se vende fresco y, en este momento, el consumidor está mostrando preferencia por el congelado y las conservas. Las empresas ya lo están sufriendo.
En cualquier caso, la acuicultura quiere seguir teniendo actividad, ya que la prioridad de la Unión Europea ahora mismo es poder abastecer de alimentos a la población y nuestro papel ahí es fundamental.
Piensos para la acuicultura. “Hay problemas con la obtención de insumos y riesgo grave de que se corten en un momento dado.”
¿Más allá de las ventas, con qué otras dificultades se encuentra el sector?
Hay problemas con la obtención de insumos y riesgo grave de que se corten en un momento dado. Hay que tener en cuenta que en las granjas de acuicultura tenemos animales vivos y hay que tenerlos cuidados. Necesitamos recibir con regularidad pienso, oxígeno líquido y otros insumos.
Además, falta dinero para hacer frente a los gastos operativos. Es necesario asegurar la liquidez de las empresas.
Acumulación de stock. “Necesitamos ir dando salida, por lo menos de forma parcial, al crecimiento de la biomasa de peces en las granjas de acuicultura.”
¿Cuáles son los principales problemas para la acuicultura?
Liquidez económica y existencias. Desde el sector estamos trabajando especialmente en esos dos frentes. Queremos ayudar a las empresas facilitándoles liquidez para poder hacer frente a sus costes operativos y conseguir mantener viva la biomasa que tenemos en el agua, para lo que necesitamos contar con estos insumos.
Además, tenemos un gran riesgo en lo que se refiere a la gestión de los stocks de peces. No solamente tenemos que mantenerlos vivos, sino que, al estar teniendo una menor salida por venta, se está acumulando. En la granja cabe una cierta cantidad de pescado y no podemos acumularlo de forma infinita. Necesitamos ir dando salida, por lo menos de forma parcial, al crecimiento de la biomasa de peces en las granjas de acuicultura.
Almacenamiento temporal. “Debemos implementar algún tipo de almacenamiento temporal del pescado. Hay que cosecharlo, procesarlo en filetes y congelarlo.”
¿Y cómo podemos conseguirlo, cuando la demanda es mucho menor?
Necesitamos que se implemente algún tipo de almacenamiento temporal del pescado. Hay que cosecharlo, procesarlo en filetes y congelarlo. Y eso requiere de una gestión y de unos costes que ahora mismo no están previstos y no sabemos cómo se podrá hacer. Por supuesto dependerá de cuánto tiempo dure esta crisis, pero en principio se prevé que esto va a durar más de lo que querríamos y vamos a llegar al verano.
¿Podría entonces este almacenamiento temporal ser una solución?
Este tipo de almacenamiento es una práctica habitual en los productos agrarios, en el campo. En el sector pesquero se ha utilizado hasta hace relativamente pocos años en la pesca extractiva, pero se ha ido abandonando. Nosotros no pretendemos recuperarlo para las condiciones normales del mercado, pero sí como medida exclusiva y extraordinaria para esta crisis que tenemos encima.
Podrían responsabilizarse de este proceso las administraciones, las organizaciones de productores u otros. Tendríamos que ver cómo se implementa, ya que actualmente este proceso no está admitido en la Unión Europea para productos pesqueros, y menos de la acuicultura. Es algo que queremos solucionar y creemos que es una buena respuesta al riesgo que suponen los stocks de peces vivos.
Biomasa acumulada. “Cuando esta crisis pase y los mercados se vuelvan a abrir, habrá tanta oferta de pescado que los precios caerán. Sería un segundo tsunami para el sector de la acuicultura.”
La situación actual no es de normalidad, así que hemos de buscar soluciones extraordinarias.
Exactamente. Además, este incremento de biomasa que se va acumulando en el agua supone que en el momento en que se solucione la crisis y los mercados se vuelvan a abrir, habrá una oferta tan grande de pescado que los precios caerán. Ese segundo tsunami en el sector de la acuicultura puede seguir teniendo afectación durante meses o años.
¿Y la gestión de los recursos humanos?
Nos afecta como a todos. Si a una empresa le surge un brote fuerte, se queda sin personal suficiente para trabajar. Además, en este tipo de actividad, tiene que haber personal trabajando 24 horas ya que hay que cuidar a los animales. Tenemos ahora mismo menos personal y contamos con planes de contingencia para que, si surge un contagio, haya personal disponible a quien se pueda llamar.
Exportaciones. “Se sigue exportando dentro de la Unión Europea, aunque en menor medida y cada transporte es un riesgo.”
¿Qué afectación está teniendo el Covid-19 en las importaciones y exportaciones?
Exportaciones fuera de la Unión Europea no se están haciendo en absoluto, ya que suelen hacerse por avión y ahora mismo hay muy pocos vuelos y el precio de la carga se ha encarecido enormemente. Se sigue exportando dentro de la Unión Europea, aunque en menor medida, y asumiendo que cada transporte es un riesgo.
¿Qué escenarios cree que podría encontrarse el sector tras superar esta crisis?
Ahora mismo no percibimos ninguna señal positiva. Y lo que es peor es el horizonte temporal, ya que no sabemos si esto va a durar un mes, seis meses o si va a repetirse todos los años. Nuestro objetivo sería volver a la normalidad.
