C84 | Lean & Green. La logística sostenible sigue siendo una prioridad

Redacción C84
Nº 234 – FEBRERO 2021

La logística sostenible sigue siendo una prioridad para las empresas, también en tiempos de Covid. Así lo indican los resultados del barómetro Lean & Green lanzado por el área de Supply Chain de AECOC coincidiendo con la primera ola de la pandemia, en mayo, y la segunda, en noviembre, para continuar aportando luz sobre la evolución de los temas de sostenibilidad para las empresas del sector.

En concreto, el 41% de las empresas participantes en el barómetro asegura que la reducción de emisiones será, sin duda alguna, el área prioritaria de su compañía en los próximos años para abordar el reto de la sostenibilidad. Otras cuestiones como el transporte, la gestión de los residuos y el reciclaje, y el packaging, la responsabilidad social corporativa y el consumo de energía marcarán también el enfoque de la logística sostenible de los próximos años.

Los datos indican cómo la tendencia por trabajar en la progresiva descarbonización de las operaciones logísticas resiste la llegada de la crisis sanitaria y la revolución que ha supuesto para la economía y la sociedad en su conjunto. Así, el 71% de las empresas respondía en noviembre en el barómetro de AECOC que la sostenibilidad seguía siendo igual de importante para sus planes de futuro y el 29% aseguraba que, incluso, había cobrado mayor importancia.

Se fortalece así una manera de trabajar que viene de lejos. Para el 82% de las empresas, la logística sostenible formaba parte de su estrategia de responsabilidad corporativa desde hacía tiempo; para el 12%, desde el último año; mientras que un restante 6% afirmaba estar trabajando en ello en la actualidad. Ninguna, sin embargo, la dejaba fuera.

Colaboración público-privada

La logística sostenible es, de hecho, un objetivo también europeo. Tal como recordaba en la última jornada celebrada por el área de logística de AECOC el subdirector de la Oficina Española de Cambio Climático del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Eduardo González, la Unión Europea quiere reducir sus emisiones de C02 en un 40% en 2030 respecto al año 1990, un porcentaje que la Comisión Europea quiere incluso incrementar. Y es importante destacar que llegamos a este objetivo habiendo cumplido, e incluso sobrepasado, los de 2020, en palabras del subdirector público.

En este sentido, González aseguraba que la propuesta del Ministerio “es complementaria a la de Lean & Green”, y celebró que la iniciativa siga sumando adhesiones de empresas que “declaran y verifican la reducción de su huella de carbono”.

Cambio de paradigma

La pandemia ha provocado cambios evidentes en la demanda del consumidor que han tenido consecuencias en la manera de trabajar de las empresas. Por un lado, el e-commerce y el servicio a domicilio, la falta de optimización en el transporte, sobre todo en los retornos, han supuesto un aumento de las emisiones de CO2. Por el contrario, la digitalización de los procesos y el aprovisionamiento de proximidad han permitido reducirlas.

La crisis sanitaria ha tenido, también, un efecto indiscutible sobre la eficiencia de las operaciones logísticas y en las estrategias de reducción de huella de carbono de las empresas. En concreto, ha supuesto una afectación parcial de sus operaciones logísticas para el 55% y total para el 20%, mientras que otro 25% ha conseguido mantener la misma eficiencia, según extraemos de los resultados del barómetro. Todo ello ha tenido consecuencias tanto en términos de coste como de complejidad.

Estas afectaciones se han traducido en un aumento de los kilómetros recorridos, más viajes en vacío, una menor optimización de la cargas y un mayor número de viajes realizados.

En esta línea, el Business investment development and operations director de Europastry, Jordi Fabregat, aseguraba que “en abril, que fue la época de más severidad del confinamiento, nuestras emisiones por caja subieron un 9%. Sin embargo, ya con la segunda ola logramos estabilizarlas y alcanzar el mismo nivel que teníamos en febrero de 2020”. “La pandemia ha afectado enormemente a la logística entre otras cosas porque no había flujos de retorno. Este cambio en la actividad también ha hecho que la eficiencia, como mínimo relativa, de las operaciones logísticas se haya visto afectada”, añadía.

Por su parte, el director de Estrategia logística de Azucarera, Javier Bartrina, destacaba cuestiones como el diseño de las fábricas, la digitalización y la automatización, y la planificación como las herramientas que está usando la compañía en su compromiso por la reducción de emisiones antes y durante la pandemia.

La logística en el 2030. El 78% de las empresas cree que es factible reducir al menos un 20% las emisiones de CO2.

Descarbonización, ¿cómo?

La colaboración en el transporte y las sinergias, así como la optimización de los procesos y la eficiencia energética, son las principales líneas de acción de reducción de emisiones de CO2 en el corto plazo para la mayoría de las empresas. También contemplan, en segundo lugar, cuestiones como la renovación de la flota y la inversión en nuevas tecnologías y los combustibles alternativos.

Sin embargo, preguntadas por sus planes a largo plazo, las empresas incluyen en su lista de proyectos dirigidos a descarbonizar sus procesos a los vehículos eléctricos. Aun así, para un 16% todavía no está claro cuál será la mejor herramienta tecnológica de futuro.

En lo que se refiere a las soluciones en larga distancia, las empresas apuestan en el corto plazo por las nuevas motorizaciones y el gas natural y, en el largo plazo, principalmente, por el hidrógeno, seguido de las dos categorías anteriores. Sin embargo, las soluciones en cuanto a distribución urbana incluyen en primer lugar a los vehículos eléctricos tanto en el corto como en el largo plazo.

El director de Logística de Calidad Pascual, Fernando Marín García, señalaba que el trabajo de reducción de emisiones en el transporte tendrá mucho que ver con la dirección que tomen las empresas fabricantes de vehículos, ya que son estas, con sus flotas, las que les permiten desarrollar estrategias colaborativas. “El camión eléctrico es el vehículo que más nos ayudaría a conseguir nuestro objetivo”, añadía.

Distribución urbana. Las soluciones incluyen a los vehículos eléctricos tanto en el corto como en el largo plazo.

Mirando al futuro

El 78% de las empresas cree que es factible reducir al menos un 20% las emisiones de CO2 en logística al 2030, según el barómetro de AECOC. Aun así, son conscientes de las barreras que existen: para el 70%, el principal problema es la falta de madurez y desarrollo de nuevas tecnologías viables, mientras que el 16% y el 12% citan las tendencias provocadas por la pandemia y la falta de subvenciones y financiación para la renovación de la flota como las cuestiones de mayor calado respectivamente.

“Junto a los bloqueos de gran parte de la actividad económica, la volatilidad de la demanda ha sido un reto importante durante la pandemia”, aseguraba la responsable de Logística y transporte de Aguas Danone, Mireia Senallé. La directiva ponía el foco en la necesaria unidad de todos los eslabones de la cadena de aprovisionamiento y de la Administración para conseguir la descarbonización propuesta para el horizonte 2050.

“Hemos de dejar de ver el transporte como un agente externo y empezar a ver toda la cadena de suministro en su conjunto. Es importante crear infraestructuras, optimizar rutas, conseguir sinergias, conducciones eficientes… las nuevas tecnologías más medidas de apoyo a nivel gubernamental van a ser clave y elementos necesarios para impulsar el cambio”, destacaba.