Rosa Galende C84 rgalende@aecoc.es
C84 Nº 257 – MAYO 2023

“Eres negra y además eres mujer, y con eso tendrás que lidiar toda la vida”, le dijo un día su padre. Plenamente consciente de su doble condición Bisila ha tratado de convertir su diferencia en algo especial y potenciador. Emprendedora y filántropa, la suya es hoy una de las voces femeninas más influyentes de los negocios.

Española con raíces africanas, su trayectoria vital discurre entre España (país de nacimiento), Estados Unidos (país de adopción) y África, el continente que alimenta su alma. Bisila dice que “Todos tenemos una historia que contar”, y la suya es, sin duda, particularmente inspiradora.

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Bisila Bokoko, Emprendedora y filántropa

“La diversidad es que te inviten a una fiesta y la inclusión es que te saquen a bailar y que te sientas cómodo donde estás”.

A Bisila Bokoko todo el mundo le pregunta: ¿Y tú por qué hablas tan bien español? Contesta entonces que ella nació y creció en Valencia. Añade, no obstante, que sus orígenes son africanos. Que su bisabuela ‘Doña Pilar’, llegó a Barcelona en los años cincuenta huyendo de un matrimonio con violencia de género en Guinea Ecuatorial –excolonia española– y decidida a estudiar Magisterio. Consciente de que la educación abre todas las puertas, tras concluir sus estudios regresó a su país, donde fundó un colegio femenino con un nombre que era toda una declaración de intenciones: E’Waiso Ipola, que significa ‘Mujer, levántate’.

Sus padres llegaron a España en los sesenta y fueron unos emigrantes atípicos. Procedente de Fernando Polo –Guinea Ecuatorial–, su madre llegó a Valencia en 1966, con tan solo 15 años, decidida a cumplir su sueño de ser enfermera. Su padre llegó 5 años más tarde, con 19 años, para estudiar derecho. En el bolsillo llevaba las llaves de su casa, porque su abuela, Doña Pilar, una mujer muy emprendedora, había comprado una casa en Valencia antes de regresar a su país. En ese hogar nacería años más tarde Bisila Bokoko y allí le enseñó a leer su bisabuela “siguiendo el sistema colonial inglés”, que consistía en pegarle en los dedos con una regla si se equivocaba. Pero escuchemos su historia de su propia voz.

Una niña africana en la España de la transición

Soy la primera generación de mi familia nacida en España y en aquella época era también la única niña negra en el colegio. Un día me sentaron junto a un niño que se puso a llorar amargamente porque no quería estar a mi lado. ¡No quería ser negro como yo! Me sentaron entonces junto a una niña que me miró como diciendo: “Si mi destino es ser negra, pues vale”. Así me enteré de que era negra, porque con 7 años no tenía concepción de raza. Llegué a casa traumatizada. Mi padre me dijo: “Mírate al espejo. ¿De qué color eres? Eres negra y además eres mujer, y con eso tendrás que lidiar toda la vida. Además, como primera generación africana nacida en España, lo que tú hagas tendrá una trascendencia en cómo nos vean los demás”. Ese mensaje estuvo presente en toda mi infancia.

La importancia de las raíces

Hubo un tiempo en que yo quería ser blanca, como los demás niños, pero cuando tenía 12 años mi abuela paterna vino de África y eso me conectó con mis raíces. Ella estaba muy orgullosa de ser africana. Era una mujer muy segura de sí misma y tenía ese conocimiento ancestral de los ancianos que es tan importante preservar. A través de sus historias pude viajar a África. Además, un día mis padres me dijeron: “A partir de ahora tienes que leer libros serios”. Y libros serios eran los que hablaban de panafricanismo, de los procesos de colonización, de la esclavitud, de las heridas que dejan estas situaciones, de qué significa ser negro en el mundo. Porque no es lo mismo ser un negro americano, que un negro africano en África o un negro en Europa.

Así, en un momento determinado me dije: ¿qué quieres, sentirte diferente o sentirte especial, ser una víctima o la creadora de tu vida? Los libros me han ayudado a construirme como persona y ganar confianza en mí misma.

Ser especial es un superpoder que podemos utilizar a nuestro favor.

LOS MENSAJES

“En la vida es muy importante tener cerca a personas que saben ver en ti lo que muchas veces tú no ves”.

“He aprendido a convivir con el vértigo, porque el camino del emprendedor es una montaña rusa constante”.

“Cuando una empresa tiene problemas lo primero que recorta es el marketing y la comunicación. Pero ¿de qué te sirve tener un aceite magnífico si nadie lo conoce y no lo vendes?”.

“En mi vida siempre me he encontrado con lo que yo llamo ‘mujeres escalera’, personas que te dan la oportunidad para que subas”.

“A veces las cosas no pasan porque no las pedimos. Las oportunidades nos pasan por delante y no nos atrevemos ni a preguntar”.

“Cuando tienes un gran puesto el teléfono no para de sonar. Pero ¿quién te llama cuando no lo tienes?”.

“Muchas veces vamos a África pensando que vamos a salvarles, pero son ellos los que nos salvan a nosotros. A mí me han salvado”.

“Yo nunca tuve mentalidad de becaria, si no de una persona que trabaja en una empresa y quiere dar lo mejor de sí misma. Si tienes mentalidad de becaria, te quedas en ser becaria”. 

Rosa Galende

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