Dice Carmelo González que “la incertidumbre es muy mala compañera de viaje”. Añade que esta crisis está atacando el corazón de la globalización y sus consecuencias para el transporte están siendo muy importantes. Muchas empresas de transporte se han visto obligadas a aplicar ERTES y es posible que algunas de ellas se vean abocadas a cerrar. Todo dependerá de lo que tarde en recuperarse el mercado global.
Carmelo González
Presidente del Comité Nacional de Transporte por Carretera
¿Qué opina de las medidas del Gobierno, en lo que a transporte se refiere, en la lucha contra el coronavirus?
Carmelo González: Son momentos complicados, en los que puede parecer fácil tomar decisiones y sin embargo no lo es tanto. Pero, dicho esto, creo que en lo que respecta a nuestro sector no se ha calibrado bien las necesidades.
Desde el primer momento el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana abrió un buzón para canalizar las dudas, demandas y miedos, y este ha sido en cierto modo eficaz, pero no es menos cierto que muchas de esas demandas se deberían haber previsto con anterioridad: el cierre de gasolineras, la no disponibilidad de servicio para el aseo de conductores, la falta inicialmente de restaurantes o lugares donde poder comer lago. Y en cuanto a la seguridad, más de lo mismo: las famosas y demandadas mascarillas, el gel para las manos en unos momentos donde además no podían los conductores ni asearse en los baños públicos, ni tampoco podrían hacerlo en los baños de la fábricas a las iban a descargar al estarles prohibida la entrada para evitar, quiero entender, un posible contagio.
Finalmente, por no extenderme, no se puede tener a un país esperando hasta las doce de la noche para publicar una Real Decreto que luego debe ser modificado. Y esto no quiere decir que las medidas tomadas no sean correctas; no soy epidemiólogo, soy empresario, y la incertidumbre es una muy mala compañera de viaje.
¿Cómo está viviendo el sector del transporte de mercancías la crisis actual?
En nuestra industria, al igual que en el resto de empresas y en la sociedad en general, la vivimos con preocupación. Es un estado de crisis global, lo que en consecuencia afecta y afectará a todos los modos de transporte y por ende a todos los criterios de globalización actuales. ¿Para evitar el desabastecimiento tendrá que tener la industria del automóvil a la industria auxiliar más cerca? ¿La industria de fabricación de EPI´s, que desde hace años se ha desplazado a China básicamente, tendrá que volver hacia Europa con el fin de no depender de aquel país? Estas y otras muchas dudas nos surgen en el día a día de muchas de nuestras empresas, en las que por obligación hemos tenido que aplicar un ERTE, y ya veremos hasta qué punto algunas de ellas terminan en cierres.
“Tras este periodo de parón, ¿habrá flota suficiente para asumir la actividad?”
¿Cómo se está viendo y se verá afectada la demanda de transporte?
Desde el momento que se definen las medidas del Real Decreto 10/2020, del día 29 a las 24 horas, la demanda se ha visto seriamente afectada, en consecuencia el deterioro del cash es grave, lo que puede suponer una grave dificultad para el reinicio de la actividad de muchos de los transportistas, al no poder hacer frente a pago como combustibles, neumáticos, salarios…
La otra cuestión importante es cuándo finalizará esta situación y cómo va a repercutir en la actividad diaria en cuanto a modos de trabajo. Porque el día que se levanten las normas establecidas por el estado de alarma, probablemente se impondrán otras quizás no tan estrictas, pero de cualquier modo imposibilitarán muchas de las gestiones que se venían haciendo, todo ello con el fin de evitar el efecto rebote del contagio (documentación, uso de EPI´s, descarga de las plataformas…).
En cuanto al apoyo financiero de ese anunciado paquete económico, quiero pensar que el dinero llegará, pero a quiénes y cuándo está por ver.
Pensemos si tras este periodo de parón habrá flota suficiente para sumir la actividad. Quizás todo dependa de lo que tarde el mercado global en recuperarse
Espero sirvan de algo mis reflexiones en un momento en el que, sin actividad, la necesidad de tomar decisiones y acciones se incrementa.
