Eduardo Míguez, Director adjunto de Puerto Celeiro y Presidente del Comité de Productos del Mar
30/07/2020
El ser humano resiste embestidas y lucha para recuperarse. Creíamos que la variable más peligrosa en economía era la incertidumbre y, lamentablemente, es lo único que tenemos en esta crisis. Han pasado a segundo plano el Brexit, los microplásticos, Cuotas y TACs (totales admisibles de capturas), precios de combustible… Ahora importa salvar la vida y la economía.
Y en tiempos de coronavirus, en la pesca también somos diferentes. Unos piden ERTEs y parar y otros queremos seguir pescando, asegurando el suministro de la proteína más importante. No podemos parar porque quizá cuando todo esto pase el consumidor crea que nuestro producto fresco es sustituible por congelado, carne o pescado de importación.
Cal y arena
¿Por qué los nutricionistas no suelen realzar el pescado blanco, sus proteínas de alta y buena calidad, sus vitaminas o sus minerales? ¿Por qué no destacan del pescado azul sus ácidos Omega 3, sus vitaminas, sus beneficios cardiovasculares o que reduce el colesterol malo?
Menos mal que cocineros como Ángel León y el Grupo Nove animan a comer pescado con verdad y corazón. Menos mal que algunas grandes superficies sugieren cocinar merluza. Menos mal que de puertos como Celeiro sigue saliendo pescado de origen, confianza, sostenible y sano.
¿Y qué decir de Europa? Un club de Estados con bolsillos y sensibilidades diferentes entre norte y sur. Su lluvia de millones es insuficiente porque tan importante como el dinero es el liderazgo, muy escaso en una UE donde se toman decisiones que no son aplicables en Estados escasos de presupuesto.
“La lluvia de millones de Europa es insuficiente. Tan importante como el dinero es el liderazgo, muy escaso en una UE que toma decisiones inaplicables en Estados escasos de presupuesto”.
Transmisión vertical de precios
Son tiempos de incremento de consumo de pescado fresco, pero esto no se traslada al aumento de precios en origen. Después de las primeras subidas y bajadas, precios altos y precios muy bajos, en los últimos meses estamos sufriendo una caída preocupante de los precios en las lonjas. Mucha cantidad de producto, tamaños no muy altos pero sobre todo precios que no hacen rentable salir a pescar. Hoy más que nunca tendríamos que hablar de transmisión vertical de precios en sectores estratégicos como la pesca y el sector hortofrutícola.
Contamos con tres niveles o puntos de intercambio: mercados en origen, mercados mayoristas y mercados de consumo. Lo lógico sería que si hay subidas en origen estas se trasladen al consumidor final y si hay bajadas éstas también deberían trasladarse y todo ello manteniendo los porcentajes. Es época de responsabilidad, época de supervivencia, de solidaridad. También es época de salvar lo nuestro, de ayudarnos entre todos como están haciendo otros países europeos consumiendo (siempre que exista producto en España) pescado español.
En este sentido, cabe destacar algunas iniciativas. Por ejemplo, de esta crisis ha surgido una alianza entre Carrefour y Puerto de Celeiro para conseguir precios justos para la merluza fresca de Celeiro en lonjas y pescaderías. Se trata de ofrecer garantías: por un lado, al pescador se le garantiza un precio mínimo y la salida de su producción, y por otro lado, al consumidor se le garantiza un precio fijo y muy competitivo.
“Hoy más que nunca tendríamos que hablar de transmisión vertical de precios en sectores estratégicos como la pesca y el sector hortofrutícola”.
Pesca: esencial y estratégica
Lo positivo de esta crisis para la pesca es que ha puesto en valor que es esencial y estratégica. Nos sentimos muy orgullosos de todos los que han estado por encima de las mejores expectativas: pescadores, comercializadores, transportistas, pescaderos, supermercados y consumidores.
Gracias a todos. Cada persona que decide comprar pescado salva puestos de trabajo y hace que nuestro esfuerzo valga la pena. Todos juntos sumamos, todos juntos ganaremos.
