Nuria de Pedraza, Directora de Comunicación y Relaciones Institucionales de AECOC
npedraza@aecoc.es
C84 ESPECIAL ESPAÑA RURAL
El 80% de los españoles vivimos en el 20% del territorio. Ser consciente de que ese dato es insostenible, llevó hace 4 años a Manuel Campo Vidal a participar activamente en la lucha contra el desequilibrio territorial. Hijo también de esa España despoblada, desde entonces ha publicado un libro, ha fundado una cátedra de reto demográfico en la que se han formado ya más de 600 alumnos y lidera una red de periodistas que identifican y difunden iniciativas rurales de éxito. Desde Next Education propugna la creación de territorios rurales inteligentes y asegura que, tras el reconocimiento que el sector agrario obtuvo durante la pandemia, estamos en un “tiempo de esperanza fundada”.
Manuel Campo Vidal, Periodista y fundador de Next Education: “Para transformar la España despoblada es necesario formar a las personas que están ahí en 4 ejes: digitalización, sostenibilidad, energía y comunicación. Un territorio es inteligente si tiene un proyecto.”
COMBATIENDO EL DESEQUILIBRIO TERRITORIAL
“El desequilibrio territorial es gravísimo y merece mucha más atención de los políticos, de los medios, de los sectores económicos y de toda la ciudadanía”.
“La Secretaría General para el Reto Demográfico tiene la voluntad de actuar de forma transversal para convertir el territorio rural en territorio rural inteligente”.
“Un territorio es inteligente si tiene un proyecto, si hay digitalización, sostenibilidad, energía y si es capaz de comunicarlo”.
“La España urbana está viva en parte gracias a la España despoblada. Siempre fue así, pero hizo falta una gran amenaza sanitaria, con la consiguiente sacudida emocional, para empezar a reconocerlo y eso reforzó la esperanza”. “No se salvará quien no tenga un proyecto. Esto es determinante”.
De Camporrells a Barcelona
Yo fui un niño feliz en Camporrells (Huesca). Cuando tenía 9 años mis padres decidieron trasladarse a Barcelona. Hubo un factor económico determinante para el traslado: la fábrica de harinas de mi abuelo, en la que trabajaba mi padre, cerraba. Sólo movía 8.000 kilos diarios y habían aparecido otras próximas que movían 36.000 kilos. No podían competir. Mis padres salieron de Camporrells buscando una vida mejor. Fuimos a Barcelona, que en 1960 era la ciudad más europea y moderna de España, y en la que el sentimiento de haber perdido la democracia era más intenso. Vivir en esa Barcelona fue una experiencia extraordinaria.
Mi padre, que era harinero, se reconvirtió, lo cual es admirable, en agente comercial de electrónica sin saber siquiera cambiar un enchufe. Por este motivo, yo estudié también Ingeniería Técnica en Electricidad.
La injusticia del desequilibrio territorial
Soy hijo de la España despoblada. La pérdida de población de Camporrells es la viva imagen de lo que ha pasado en la mayor parte de pueblos de España. En los sesenta tenía más de 700 habitantes; en la actualidad, poco más del centenar.
n 2019, me invitaron a que redactara un manifiesto para aquella gran manifestación del mundo rural del 31 de marzo en Madrid. Allí asumí el compromiso público de publicar el manifiesto.
A mí me ha gustado siempre luchar contra la injusticia. Toda la vida he tenido ese sentimiento y creo que España tiene varios desequilibrios:
- • El económico que cada vez es más profundo porque la desigualdad es más pronunciada.
- • El de género en el que, a pesar de que se han hecho grandes avances y España es realmente de las primeras en el mundo y es admirable, queda mucho aún por hacer.
- • El territorial, que es gravísimo y creo que merece mucha más atención de los políticos, de los medios, de los sectores económicos y de toda la ciudadanía.
La desigualdad territorial, la más difícil de combatir
Decía Michael Ignatieff, que fue un mal primer ministro de Canadá y antes muy buen profesor en Harvard, que la desigualdad territorial es la más difícil de combatir y yo creo que tiene toda la razón. Contra una desigualdad económica se puede hacer un plan económico y contra una desigualdad de género se puede hacer un plan legislativo, pero contra un desequilibrio territorial hace falta implicar a muchas personas, a muchas administraciones y muchas vidas de muchas familias que quieran ir o dejar de ir, que quieran cambiar el estilo de vida o no.
El compromiso con la España despoblada
Cuando me puse a redactar el manifiesto, me impactó mucho el hecho de ver que en España el 80% de los ciudadanos vivimos en el 20% del territorio. Esto es insostenible también desde el punto de vista medioambiental. Madrid es una bomba de relojería que sigue creciendo y creciendo. En la actualidad tiene 164.000 viviendas nuevas, a sumar a los 3 millones de habitantes, lo que equivale más o menos a la población de Córdoba. Madrid sigue creciendo frente a los desiertos demográficos que hay a centenares de kilómetros.
Red de periodistas rurales
Creé dentro de Next Educación –escuela de negocios de las nuevas profesiones– una Cátedra de Reto Demográfico y Despoblación y también he impulsado una “red de periodistas rurales” que comparten información y se acompañan mutuamente.
Nuestra red de periodistas rurales contribuye a la innovación social. Cuando uno descubre, por ejemplo, que en Belorado (Burgos) hay un concejal de Repoblación y lo publica, al cabo de un tiempo ves que un pueblo de Huelva tiene un concejal de Repoblación, y eso lo ve otro periodista que lo publica en Asturias, y así sucesivamente.
En Pontevedra están haciendo la Ruta de la Sidra y en Galicia están plantando manzanos en las pequeñas parcelas que muchas veces están sin legalizar y sin identificar. Y si hay manzanos se limpia el suelo y habrá menos posibilidad de que se produzcan incendios.
El reto demográfico
Antes el medio rural, el reto demográfico, ni siquiera tenían presencia mediáticamente. Ahora no solamente hay voluntad política –en unos lugares más que otros, como es lógico–, sino que hay incluso un consenso institucional sobre la cuestión. Y algunos pasos se han dado. Tenemos una Secretaría General para el Reto Demográfico. A mí me gustaría que fuese una Secretaría de Estado, es decir, de mayor rango, pero algo hay.
Lo dice la Unión Europea: cada territorio tiene que desarrollarse sobre todo con sus propios recursos. Es lo más natural.
Tener un proyecto, la única salida
La Secretaría de Reto Demográfico lo lidera Francesc Boya, que era del Síndic de la Vall d’Aran y antes fue presidente de la Asociación de Pueblos de Montaña de España. Él plantea algo que a mí me parece determinante: Sólo se salvarán aquellos pueblos que tengan un proyecto. Yo estoy completamente de acuerdo con esa cuestión y lo estamos viendo. Ourense tiene un fondo termal que parece Budapest. ¡Pues háganse más lugares de reposo, más balnearios! El propio palacio de la Diputación Provincial lo están transformando en un hotel termal de lujo.
Lo dice la Unión Europea: cada territorio tiene que desarrollarse sobre todo con sus propios recursos. Es lo más natural. Por lo tanto, se podrán hacer muchas cosas, pero sobre todo no tiene sentido dejar de hacer eso en Ourense. En otros territorios se puede hacer algo relacionado con el turismo enológico, con la montaña… ¡No se salvará quien no tenga un proyecto!
Digitalización, sostenibilidad, energía y comunicación
Para transformar toda esa España despoblada es necesario formar a las personas que están ahí en 4 ejes: digitalización, sostenibilidad, energía y comunicación. Lo vital es comprender que un territorio es inteligente si tiene un proyecto, si hay digitalización, sostenibilidad, energía y si es capaz de comunicarlo.
Una gran noticia es la adjudicación a Hispasat de la extensión de la banda ancha a todos los rincones de España a un precio muy asequible para frenar la brecha digital. El tema es que se sepa, por eso hay que contarlo. Lo cierto es que se está avanzando mucho, luego falta ver si llegamos a tiempo, porque vamos a contrarreloj.
Si ustedes van por una carretera y ven un agricultor trabajando, paren el coche y ¡agradezcan a esa buena gente su encomiable labor!, porque si no fuera por ellos durante la pandemia no hubiéramos comido.
El sector agroalimentario y la falta de memoria colectiva
Hay que rendir homenaje a los ganaderos, a los agricultores, a los transportistas y a la gente de los supermercados que fueron capaces de mantener la cadena alimentaria durante la pandemia, porque no me quiero imaginar lo que hubiera sido esta crisis sanitaria con un corte en este sector y todo el mundo peleándose por conseguir alimentos. Pero luego se tiende a olvidar.
Reconocimiento a la España agraria
Si ustedes van por una carretera y ven un agricultor trabajando, paren el coche, y ¡agradezcan a esa buena gente su encomiable labor!, porque si no fuera por ellos nosotros no hubiéramos comido durante la pandemia. La España urbana está viva en parte gracias a la España despoblada. Siempre fue así, pero hizo falta una gran amenaza sanitaria, con la consiguiente sacudida emocional, para empezar a reconocerlo y eso reforzó la esperanza. Sí, ha habido tiempos de inmigración y después de abandono, pero éste es un tiempo de esperanza fundada.
Nuria de Pedraza
npedraza@aecoc.es