Voces que suman
de la Singularity University
“Estamos ante la explosión más increíble de nuevas ideas que transformarán nuestro mundo. Pasaremos de la escasez a la abundancia”. Así de optimista se muestra Salim Ismail, fundador y director ejecutivo de la Singularity University, ante el potencial de una docena de tecnologías que están duplicando su crecimiento año tras año, como la inteligencia artificial, blockchain o la neurotecnología. Ismail está convencido de que la tecnología es la gran aliada para afrontar los retos que nos acechan, tales como el cambio climático, la pobreza, el hambre o la atención sanitaria.
Con la tecnología, dice, las empresas pasan de resultados incrementales a exponenciales, pero para eso se necesitan líderes que comprendan la tecnología. “La IA formará parte de las juntas directivas”, sentencia. Ismail conoce en profundidad el vértigo exponencial con el que la tecnología está transformándolo todo. Y es capaz de explicarlo con claridad y con calma, humanizando la velocidad a la que se tecnifica nuestra realidad. El director fundador y ejecutivo de la Singularity University, que ha colaborado con una amplia variedad de entidades, desde el F.C. Barcelona al Vaticano, es presidente de la OpenExO & ExO Works, centrada en impulsar la transformación de organizaciones en exponenciales, capaces de adaptarse a la que denomina “la mayor transformación en la historia de la humanidad”.
Singularity University nació para educar a los líderes en tecnologías exponenciales con las que abordar los retos de la humanidad. ¿Cuáles son estos retos y cómo puede ayudar la tecnología a afrontarlos?
Cada vez en más zonas del planeta el cambio climático es la mayor amenaza estructural. No conocemos sus límites y no podemos modelar nuestra respuesta. Es un reto tan complejo que no somos capaces de prever todo lo que va a suceder. La pobreza, el hambre o la atención sanitaria son otros de los retos más inmediatos en áreas como África o India. Si estamos tan convencidos de que la tecnología es la gran aliada para afrontar los retos que nos acechan es porque es el motor del progreso mundial, siempre lo ha sido y lo seguirá siendo cada vez más.
Ahora contamos con una docena de tecnologías que se duplican a la velocidad de la Ley de Moore. Por ejemplo, cada 9 meses los drones duplican su capacidad. Si hoy un dron puede transportar 100 kilos, en nueve meses transportará 200 kilos y nueve meses después, 400 kilos, luego 800 kilos, etc. Y si superpones o combinas estas tecnologías, las soluciones escalan a una velocidad inaudita. Es un crecimiento exponencial tan grande que nuestro cerebro no es capaz de comprenderlo, ni con analogías.
Por ejemplo, si doblo un trozo de papel de 0,1 mm de espesor, pasa a tener 0,2 mm. Si continúas doblándolo hasta 50 veces consecutivas, ¿qué espesor tiene? Muchos pensaríamos que podríamos seguir sosteniendo ese papel en la mano, pero es imposible. Si doblas ese papel 50 veces su espesor sería tan grande como la distancia entre la Tierra y el Sol. Es un desafío social enorme comprender el crecimiento exponencial de la tecnología.
Ha mencionado que una docena de tecnologías están duplicando su crecimiento año tras año. ¿Cuáles son las principales?
Todas ellas están impulsadas por la computación cuántica y la IA y se extienden a áreas clave como biotecnología, genética, realidad aumentada, realidad virtual, robótica, nanotecnología, ciencia de materiales o neurociencia, entre otras. Y todasellas se están duplicando a la vez y se combinan por lo que el avance se cuadruplica, como sucede con blockchain, que es la intersección entre la computación y la criptografía. Por eso, estamos ante la explosión más increíble de nuevas ideas que transformarán el mundo.
Decía que la inteligencia artificial es una de las tecnologías básicas. ¿Cuáles son sus aplicaciones con más potencial para generar organizaciones exponenciales?
La IA es increíblemente emocionante, aunque todavía genera miedo porque no la entendemos. En concreto la IA generativa basada en modelos de lenguaje tiene un potencial enorme y va a transformar áreas tan esenciales como la educación, la sanidad o el derecho. A nivel corporativo, la IA formará parte de las juntas directivas. De hecho, recomendamos a las compañías que cuenten con un director de IA que investigue continuamente sus posibilidades para implementarla en sus negocios, algo que cambia a gran velocidad. Lo acabo de comprobar.
Estaba acabando la segunda edición del libro “Organizaciones Exponenciales 2.0” y tuve que reescribirlo en los últimos 6 u 8 meses porque los modelos generativos de IA lo habían cambiado todo. Es enorme la capacidad de la IA para generar nuevos contextos, navegar por situaciones complejas y generar un crecimiento mucho más rápido y sencillo para las empresas. Hace 50 años se necesitaban alrededor de 10.000 personas para crear empresas de 1.000 millones de dólares; hace unos 20 años se necesitaban 1.000 personas; hoy basta con 100 personas y pronto será suficiente con 3. La inteligencia artificial nos permite hacer mucho más con mucho menos.
Esto tiene un profundo impacto en el trabajo, pero no creo que implique una pérdida masiva real de empleos. La historia nos ha dejado pruebas contundentes de lo contrario. Cuando hemos vivido una gran inyección de tecnología, hemos experimentado una caída temporal de empleo, pero luego se ha recuperado con más fuerza. Por ejemplo, en los años 80, cuando se instalaron los primeros cajeros automáticos hubo grandes protestas por la preocupación de que millones de personas perdieran sus empleos. Sin embargo, lo que ocurrió fue que el coste de gestionar una sucursal se redujo 10 veces, los bancos crearon diez veces más sucursales y se mantuvo la cifra de empleos en los bancos.
Algo parecido pasa con la robótica. Suecia, Corea del Sur y Alemania son los países con mayor penetración de robótica y también tienen las tasas más bajas de desempleo. Cuando se automatizan procesos, se genera tal eficiencia que aumenta la capacidad para resolver problemas, diseñar nuevas soluciones, etc. y aumenta la capacidad de las empresas para generar empleo. Más que perder empleos, la tecnología permite ascender la posición que ocupa el ser humano en la cadena de valor para que su trabajo sea más valioso e interesante.
Drones. Cambiarán las reglas del juego, tanto en transporte de cargas como de pasajeros. No me imagino un coche autónomo recorriendo ciudades indias. Pero sobrevolarlas con drones es más fácil y seguro.
Blockchain es una de las tecnologías de las que se comenzó a hablar hace unos años, aunque ahora parece que ha pasado a un segundo plano. ¿Qué opina de su evolución, en qué áreas tiene más potencial?
Todas las tecnologías pasan por el Hype Cycle, que estableció la consultora Gartner. Según este ciclo, cuando una tecnología despega acapara toda la atención y parece que es capaz de transformarlo todo. Tras su desarrollo inicial se alcanzan sus límites y se comprueba que necesita seguir avanzando. Entonces se produce un colapso de expectativas y se entra en el ‘valle de la desilusión’, pensamos que nunca va a funcionar, que ha muerto, etc.
Pero al cabo de un tiempo, sin darnos cuenta, vuelve a acelerar y acaba logrando más transformaciones de las que se pronosticaban en un principio. Esta curva emocional se da de forma consistente con todas las nuevas tecnologías. Es lo que ha pasado también con blockchain, con un potencial enorme gracias a que descentraliza la autenticación de cualquier proceso o sistema.
Una de las áreas que se verán más transformadas son las finanzas. Si descentralizamos las finanzas a través de blockchain ya no necesitamos la autenticación de las cuentas que hasta ahora hacía el banco. Por eso creo que la banca comercial desaparecerá en 10 años. Las criptomonedas, basadas en blockchain, también están detrás de esta transformación de las finanzas. Simplemente es un mejor sistema gracias a tres características de las monedas digitales: la seguridad, la descentralización y la escalabilidad.
Bitcoin fue la primera moneda segura y descentralizada, aunque falló en su escalabilidad. Más tarde surgieron otras criptomonedas como Ethereum, Cardano, Solana y tantas otras que resolvieron la escalabilidad, pero comprometieron la descentralización
o la seguridad, como hemos comprobado con el colapso de FTX. Pero ahora ya tenemos una red adecuada para garantizar la escalabilidad. Por eso cada vez somos más los que vemos con optimismo el futuro de Bitcoin.
El FUTURO DEL TRABAJO. Hace 50 años se necesitaban 10.000 personas para crear empresas de 1.000 millones de dólares; hace 20 años se necesitaban 1.000 personas; hoy es suficiente con 100 y pronto, con la IA, bastará con 3. Sin embargo, la tecnología y la eficiencia no implican pérdidas masivas de empleo. Suecia, Corea del Sur y Alemania tienen la mayor penetración de robótica y también las tasas de desempleo más bajas.