Fernando Trías de Bes, economista y escritor
C84 Nº 260 – SEPTIEMBRE 2023

La inflación sigue siendo el caballo de batalla de la economía mundial y de su evolución dependerá el crecimiento de los próximos meses. Los últimos datos demuestran que se está dominando y su reajuste completo llegará en 2023 y 2024, principalmente porque ha sido una inflación de oferta y la cadena de abastecimiento ya se está normalizando. La buena noticia es que en España el último dato rebaja la inflación al 2,6%. El economista Fernando Trias De Bes explica el escenario económico actual, cómo ha afectado al consumidor y los posibles escenarios de futuro.

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LAS CLAVES DEL CONTEXTO ECONÓMICO ACTUAL

  • • Las empresas deben tener autosuficiencia informativa y sus propios parámetros de medición. No sucumbir al ‘pesimismo’ informativo.
  • • Lo desajustes globales históricos, como la inflación, se reajustarán entre 2023 y 2024. La inflación ya se está dominando, sobre todo en España.
  • • La mayoría de los indicadores macroeconómicos están aguantando y los tipos de interés están tocando techo.
  • • La inflación desestabilizó el consumo. Se generó reduflación, subida de tipos de interés y una inflación de oferta.

Mundo global e hiperconectado. Habrá más crisis, pero también más breves porque las solucionaremos antes por ser globales y estar hiperconectados.

El contexto económico

El actual contexto económico, con la inflación como principal problema, está afectando a las decisiones de compra del consumidor y a sus hábitos de consumo. Entender qué está pasando y poder hacer predicciones es clave para activar palancas y tomar decisiones. Dos aspectos fundamentales a tener en cuenta:

Predicciones para ‘adelantarse’. Las predicciones son importantes, pero también es complicado hacerlas y, aún más, en el contexto económico actual. La demografía, la geopolítica, las propias decisiones de los bancos centrales, etc. son elementos que, a veces, hacen difícil la tarea de hacer predicciones. De hecho, hemos pasado del 0% al 10% de inflación en ocho meses y ni un economista lo supo detectar para poder adelantarse.

Sin embargo, si se hubiera hablado con los directores de operaciones y compras de diferentes empresas, meses antes de la inflación, nos hubieran advertido sobre el coste del transporte, de los contenedores, de la escasez de vidrio y aluminio, entre otras cuestiones. Información relevante que puede ayudar a hacer predicciones.

El mundo es global. Habrá más crisis, pero más breves. La globalización es imparable. Seguirá habiendo más crisis económicas, más grandes, imprevisibles y frecuentes, pero también serán más breves porque el mundo además de global está hiperconectado. Ahora, disponemos de dos nuevos elementos que antes no teníamos y que nos ayudarán a buscar soluciones: por un lado, las finanzas también son globales (con tres divisas podemos explicar el 90% del comercio mundial) y, por otro, el mundo está digitalizado e hiperconectado. Un claro ejemplo es el problema del abastecimiento de gas ruso en Europa que hace 20 o 30 años hubiera sido un gran problema. No obstante, la Unión Europea, en 10 meses, convirtió y reestructuró totalmente este sistema de abastecimiento. Lo hizo porque el mundo es global y, además, está hiperconectado. Los problemas económicos se solucionan cada vez más rápidos.

Identificamos 3 elementos que definen el momento actual:

1. Autosuficiencia informativa

Nos tienen sumidos en el miedo e incertidumbre. La evolución del PIB en España es un claro ejemplo. El PIB cayó un 17% durante la pandemia y los titulares de los periódicos se focalizaban en “la mayor recesión de la Unión Europea”, “un desplome sin precedentes”, “España entra en recesión…” Sin embargo, tras el primer desconfinamiento, el PIB subió un 17% y apenas hubo repercusión mediática de esta recuperación. Esto es asimetría informativa. Ante esto, las empresas deben tener su propio criterio y, sobre todo, autosuficiencia informativa. Deben manejar sus propios parámetros macroeconómicos y establecer sus predicciones.

2. Los desajustes globales históricos se reacoplarán entre 2023 y 2024

El contexto económico actual viene por un desajuste de ‘fallas tectónicas’, originado por los dos años de pandemia, durante los cuales se sostuvo la economía ‘artificialmente’ a través de ERTEs, de ICO (Instituto de Crédito Oficial) y del Banco Central Europeo que aplicaron me-didas para preservar el empleo, sostener las diferentes economías, el tejido empresarial y la banca. Todo ello generó un ‘tsunami financiero’ que acabó en la actual inflación.

El dinero inyectado fue principalmente al ahorro. En España se ahorraron en un año unos 100.000 millones de euros, el 10% del PIB. Un dinero que se ha ido gastando en vacaciones y en el sector inmobiliario, pero que en su mayoría se ha destinado a pagar la inflación. No obstante, ese ahorro se está acabando justo cuando la inflación está empezando a decrecer paulatinamente.

‘Falla tectónica’: efecto látigo. Se trata de un pequeño movimiento de demanda en el punto de origen por parte del consumidor que genera una onda expansiva en el canal de suministro cada vez más amplia. Por ejemplo, un cliente pide una cerveza en un bar, pero el hostelero, que lleva mucho tiempo cerrado, no tiene y pide dos cajas en vez de una. Esto genera un efecto amplificador hacia atrás porque el pedido llega a duplicar la realidad del consumo.

Reajuste en 2023-2024. Los desajustes globales históricos se reacoplarán en 2023 y parte de 2024. Necesitamos un tiempo, alrededor de un año y medio o dos, para que la inflación se vaya reduciendo, y que todo se ponga en orden. El actual contexto económico no ‘está arreglado’, pero sí se está ordenando.

Todas las previsiones indican que la inflación empieza a estar controlada. En concreto, España es uno de los países europeos donde está más dominada con un 2,6% en agosto. Sin embargo, la inflación subyacente (misma mediación que la inflación, pero sin dos componentes: la energía y alimentos perecederos) está todavía un poco alta, en torno al 6,1%, pero va paulatinamente bajando.

España va a ser de los países de Europa que más crezca por dos motivos: crea empleo y su campaña turística alcanzará récord de gasto. Si bien este año será muy bueno, a partir de 2024 debe seguir poniendo ‘la lupa’ en la inflación: si no baja, entrarán en juego las negociaciones sindicales que determinarán o un escenario de subida nominal o uno de vuelta al equilibrio.

3. Los indicadores macroeconómicos aguantan

Se prevé que para el 2024 el PIB de la economía global crecerá entre un 2% y 3%, que puede parecer poco, pero es muy positivo. Por su parte, en España se prevé que la inflación pase del 4,1% a un 2,8% el año que viene.

El impacto en el consumidor

Inflación de oferta. Es la que hemos vivido en 1974, la del shock del petróleo y la que hemos tenido hasta ahora. No se pasa de una inflación del 0% al 10% en 16 meses porque se está consumiendo más, sino por dos motivos: porque hay mucha masa monetaria en la economía (inyección de dinero por parte del Banco Central Europeo) y porque, por este movimiento y todos los desajustes en las cadenas de suministro, se ha producido una bajada en la producción y suministro de las materias primas. Además, todo ello ha provocado un incremento sin precedentes en los costes de energía, transporte, producción… En concreto, las empresas están subiendo los precios de distribución porque les han subido los costes.

La subida de tipos de interés, aunque ahora está tocando techo. Para frenar la inflación, el Banco Central Europeo ha tenido que subir los tipos de interés, una medida que afecta directamente a la persona hipotecada. De hecho, en España, la subida de tipos de interés ha hecho más daño que la propia inflación: las personas hipotecadas han perdido entre 300 y 500 euros mensuales por la subida de la cuota hipotecaria. También está empezando a impactar en Alemania y en Francia, pero la buena noticia es que esta subida está tocando techo y todo apunta a que en un año y medio puede que veamos bajar algún punto.

Reduflación. Es decir, reducir las porciones, cantidades y tamaños de un producto, sin alterar el precio final. Y es una de las maneras con las que se está combatiendo la inflación.

Dos escenarios de futuro

Paulatinamente, la inflación se está regularizando, pero existen dos posibles escenarios de futuro:

  1. La inflación baja. O realmente ‘las aguas se calman’ y la inflación se sigue dominando, baja y se estabiliza en torno al 2%-3% el año que viene, o si no baja se tendrá que incorporar en las rentas salariales.
  2. La inflación no se modera: elevación nominal vía salarios. El Pacto por el Empleo, que marca la tónica de todos los convenios, queda vinculado hacia cierta contención salarial, por si la inflación realmente queda dominada, pero además dejan abierto que en ciertos sectores de actividad y en función de los beneficios empresariales, se acabe de ajustar. Esto se llama “repartir el pastel de la inflación y socializar la economía”. La razón por la que se hace es para asegurar la estabilidad económica y que los ciudadanos no pierdan más poder adquisitivo.
  3. Mientras la inflación va regularizándose, las empresas deben trabajar muy bien sus propuestas de valor y de margen. Y como mencionaba al inicio, que eviten el pesimismo informativo, cuenten con autosuficiencia informativa y monitoricen sus propios parámetros.

    Fernando Trias

    Fernando Trias de Bes,
    economista y escritor

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