El desarrollo de nuevos productos es caro y arriesgado. Algunas marcas han dejado la idea de lado, pero otras, están cosechando los beneficios de haber pensado a largo plazo y haber invertir en consecuencia. Las marcas de alimentación más grandes de Reino Unido han vivido un año convulso. En un contexto inflacionario y de continua interrupción de la cadena de suministro, se han visto envueltos en negociaciones con los retailers sobre aumentos de precios. A su vez, han estado luchando para proteger el surtido principal contra las reducciones de las gamas de los supermercados y las nuevas regulaciones, como las relativas a los productos HFSS (high in saturated fat, salt and sugar), productos altos en grasas y azúcares en las tiendas.
