Los guisantes amarillos no tienen el atractivo visual del aguacate ni el séquito de celebrities de las semillas de chía. Aun así, están creciendo a un ritmo más rápido que el de los alimentos que están más de moda. ¿La razón? El guisante amarillo es la materia prima de la que se extrae un ingrediente cada vez más popular en gran consumo: la proteína de guisante.

En sintonía con el veganismo

El auge de la proteína de guisante se debe principalmente a una macrotendencia: el veganismo. La demanda de alimentos de origen vegetal cada vez más imaginativos y nutritivos está obligando a los fabricantes a pensar de forma creativa. Las propiedades de la proteína de guisante (tiene cerca de un 80% de proteína) la han convertido en un ingrediente útil para innovar. Casi el 12% de los productos sustitutivos de la carne que se lanzaron en el Reino Unido en 2018 contenían este ingrediente, según Mintel.

Sabor neutro

La marca danesa vegana Naturli, por ejemplo, lleva desde 2018 usando proteína de guisante en sus productos. Su fundador, Henrik Lund, ha dicho que su popularidad se debe, en parte, a su sabor neutro. Afirma que tiene la misma consistencia y textura que la soja, pero sin su intenso y característico sabor. Muchas marcas veganas han llegado a la misma conclusión: Moving Mountains, Meatless Farm Co y Beyond Burger se encuentran entre las start-ups que utilizan proteína de guisante en sus productos.

Nutrición deportiva

La marca de nutrición deportiva Pulsin afirma ser una de las primeras en el Reino Unido en utilizar los guisantes como alternativa vegetal a la proteína de suero de leche. Las ventas de sus productos han aumentado de forma constante desde su lanzamiento. Aseguran que ahora es su proteína en polvo mejor vendida.

Sustitutivo de comidas

El cofundador de la empresa de productos sustitutivos de comidas Huel considera que el alto contenido en proteínas y aminoácidos hacen que sea un ingrediente ideal para crear este tipo de productos. Y las cifras parecen avalarlo: las bebidas y batidos sustitutivos de comidas representaron el 16% de todos los lanzamientos con proteína de guisante en 2018, según Mintel.

Las grandes marcas se suben al carro

Unilever usa proteína de guisante en sus helados veganos de las marcas Magnum y Ben & Jerry’s. La marca de productos congelados Birds Eye la emplea en su gama vegana Green Cuisine, y su director de marketing afirma que están “buscando formas de ampliar la gama de productos que contengan proteína de guisante”. En junio, Tesco desveló un enrollado césar de su gama Wicked Kitchen -creada en colaboración con el chef Derek Sarno- que tenía esta proteína. El responsable de innovación de la marca vegetal Good Catch ha dicho que “la proteína de guisante es un ingrediente magnífico, nuevo para el mercado e innovador, con un sabor y unas cualidades de textura únicos que no aportan otras proteínas. Tiene una consistencia más suave y sutil, y una textura más tierna”.

Más sostenible

La proteína de guisante se considera mucho más sostenible que su principal rival, la soja. Igual que esta última, el cultivo de guisante amarillo devuelve nitrógeno al terreno, lo que lo convierte en un “cultivo regenerativo”. La ventaja es que es más adaptable al terreno y al clima. Actualmente la mayoría se produce en países remotos como Canadá y China, pero esto podría cambiar si se tiene en cuenta la tasa de crecimiento del mercado. Ya se empieza a hablar de escasez y de una carrera para asegurar el suministro.

El potencial de las habas

Nick Saltmarsh, director general del fabricante británico de productos vegetales Hodmedod, prevé que esta fiebre de la proteína de guisante abrirá las puertas a otras proteínas vegetales, como la harina de habas. Fuentes de la marca de nutrición deportiva Pulsin también destacan el potencial de las habas como próxima tendencia en proteínas. Si el extracto de proteína de guisante tiene aproximadamente un 80% de proteínas, el de las habas llega hasta el 90%. Y sus beneficios para la salud son muy similares.

Fuente: The Grocer

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