Paulo Morgado, consejero delegado de Capgemini, conversa con Ana María Llopis, presidenta no ejecutiva de DIA y consejera no ejecutiva e independiente de Société Générale, una de las pocas mujeres al frente de una compañía que cotiza en el Ibex 35. Con una amplísima experiencia en la gestión de empresas y en el mundo de internet y las nuevas tecnologías, Ana María Llopis afirma que la empresa debe estar en “beta permanente”, porque es la única manera de seguir vivos en un mundo que crece de forma exponencial, no lineal.
A Ana María Llopis le gustan las palabras, las ideas y la tecnología. Tanto que ha puesto en marcha la web Ideas4all -la mayor red social para compartir o encontrar ideas, que son el primer paso hacia la innovación-, mantiene activo un blog –Quatremots-, que alimenta con relatos y reflexiones muy personales sobre cuestiones que estimulan su mente o tocan su corazón y gestiona personalmente su cuenta de Twitter, que cuenta con más de 16.000 seguidores. Dice Ana María Llopis que hay que saber jugar en los extremos, porque con frecuencia es donde suceden las cosas. De formación científica, la presidenta no ejecutiva de DIA se ha revelado a lo largo de los años como una gran estratega, capaz de seducir con los datos y con las palabras. Llopis se muestra convencida de que la multidisciplinariedad es lo que va a primar en un futuro; en su opinión «los líderes que mejor gestionan son los que cruzan las fronteras organizativas, geográficas y culturales». Nacida en Venezuela y formada en Estados Unidos, Ana María Llopis ha desarrollado prácticamente toda su carrera profesional en nuestro país, principalmente en el mundo del consumo y la banca. Aunque su perfil académico es eminentemente científico -Licenciada en Física y Matemáticas por la Universidad de Maryland (Suma Cum Laude) y doctorada en Ingeniería de Materiales en la Universidad de Berkeley California (Cum Laude)- sorprende el apego que Ana María Llopis siente por el lenguaje, consciente de que la comunicación es clave para el entendimiento y de que “el lenguaje en las empresas a veces puede ser desconcertante”. Llopis tuvo su primer contacto con el gran consumo en Procter & Gamble, “una gran escuela para aprender sobre estrategia y marketing”. A pesar de su juventud e inexperiencia, en P&G le dieron libertad para innovar y proponer soluciones diferentes a los problemas de siempre. Y ella lo hizo con gran éxito. Desde entonces, su visión estratégica y su mirada crítica, capaz de cuestionarse las verdades inmutables, han sido su fuerte profesional.