El iphone, uno de los iconos incuestionables de este siglo XXI, y Ken Segall, experto en creatividad y tecnología, el responsable último de haber introducido esta palabra en nuestro vocabulario diario. Ken Segall trabajó durante 12 años codo con codo con Steve Jobs, líder de la compañía de cupertino, como director creativo tanto en Apple como en next. Su valiosa experiencia ha quedado recogida en su libro ‘insanely simple’, en el que describe cómo consiguieron transformar una compañía que estaba casi condenada a desaparecer en 1997 hasta convertirla en la empresa más valiosa del planeta en 2011.
La historia de Ken Segall está inevitablemente ligada a la marca de la manzana. Suyo es también el eslogan más emblemático de la compañía y el que mejor recoge su filosofía: Think different. Porque si algo ha conseguido Apple durante estos años es posicionarse como una marca que hace las cosas de manera diferente. Y, como dice Segall, no necesariamente siendo los primeros, pero sí los mejores, ofreciendo la ‘experiencia Apple’ que el consumidor ya espera de cada nueva innovación que entra en su vida. Aprovechando una visita del creativo a Madrid, Gustavo Núñez, director general de España y Portugal de Nielsen, conversa con Ken Segall sobre su paso por Apple, la figura de Steve Jobs, su visión sobre la creatividad y la innovación en el seno de las empresas.
GUSTAVO NÚÑEZ. Has trabajado durante prácticamente 12 años con Steve Jobs. ¿Cómo era trabajar con una persona tan exigente?
KEN SEGALL. Steve era una persona muy apasionada y exigente. Podía incluso tener mucho genio y hablar mal a la gente, pero los que trabajábamos con él comprendíamos que no era nada personal, sino que era así de apasionado con lo que hacía. Mi experiencia personal es que fui capaz de hacer un mejor trabajo de lo que yo mismo me creía capaz gracias a que Steve estaba siempre empujando y presionando. Diseñadores de producto o ingenieros de software te dirían esto mismo. Podía ser una persona difícil en un momento dado, pero lo que conseguías con él al final siempre era algo muy especial. Por otra parte, era una persona muy carismática e inteligente, con un gran sentido del humor e interés por la actualidad. Cuando veo cómo lo retratan en libros o películas como un tipo intenso todo el tiempo… no lo veo así. Era un ser humano complejo, pero un ser humano de verdad.