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¿Son las Stablecoins el nuevo y mejorado Bitcoin?

Hace ya 10 años que en 2009 el mercado financiero se vio irrumpido por la entrada del Bitcoin de la mano de una tecnología aún en estado de desarrollo: el blockchain y del ingenioso Satoshi Nakamoto, personaje aún anónimo y creador de la famosa moneda virtual. La aparición del Bitcoin dio paso a un aluvión de criptomonedas o, lo que es lo mismo, de sistemas virtuales de pago seguro. Lo que en 2009 era una novedad, hoy ,10 años más tarde, se ha convertido en un torrente de miles de criptomonedas con un valor de mercado total estimado en 120 mil millones de dólares (de los cuales Bitcoin representa más del 50%).

Estas monedas se caracterizan por su tremenda volatilidad. Bitcoin pasó de costar céntimos de dólar a alcanzar una cotización máxima de 17.549,67 dólares, para sólo un mes después cotizar alrededor de los 7.964 dólares. La elevadísima volatilidad de esta moneda hace complicado predecir futuras fluctuaciones del activo. Además el hecho de no representar ningún activo subyacente y no depender de ninguna autoridad regulatoria, hace de estas monedas un producto muy complejo y variable. Fruto de esta complejidad intrínseca surgen las dificultades para lograr el uso extendido de Bitcoin como moneda de intercambio en transacciones diarias. Aquí es dónde surge la oportunidad para empresas que quieran crear su propia criptomoneda y para la aparición de las llamadas Stablecoins.

Las Stablecoins se tratan de criptomonedas que buscan tomar las ventajas del Bitcoin en términos de seguridad, inmediatez de pagos y trazabilidad de las operaciones gracias a la tecnología blockchain. A la vez, se trata de subsanar la volatilidad de las mismas, vinculando su valor a un activo estable subyacente como puede ser el dólar estadounidense. Además, en función del tipo de mecanismo subyacente encontramos tres tipos de Stablecoins: las que tienen como colateral una moneda de reserva o algún otro activo o conjunto de activos que se emplean como reserva como pueden ser el oro, la plata o el crudo.


Por otro lado, están las que se encuentran respaldadas por el valor de otra criptomoneda. En ambos casos (tanto en las respaldadas por un activo convencional, como en las respaldadas por una criptomoneda) se reservan cantidades de estos activos de manera que no circulan y aseguran que el activo subyacente conserva su valor, pudiendo ser intercambiables. Por último, las Stablecoins pueden no tener un colateral que las respalde. Esto parece ir en contra de la esencia de las mismas. Sin embargo, se valen de un mecanismo que actúa como lo haría un banco central, de manera que el valor de la criptomoneda se mantiene estable.


A pesar de que las Stablecoins parecen ser la solución a todos los problemas de las critomonedas, no debemos obviar que a su vez presentan una serie de problemas propios. Uno de los principales es que existen muy pocas Stablecoins que hayan sido testadas en condiciones reales de mercado. Otro es la falta de garantía de los valores subyacentes. Y es que siempre existe la posibilidad para aquellas que tienen varios activos subyacentes de que uno de ellos pierda su valor, obligando a compensar con otro activo y haciendo que en última instancia se pierda la confianza en dicha moneda. Por último, el más claro de todos es que debido al gran número existente también de Stablecoins es complejo lograr atraer suficiente respaldo por parte de los inversores de manera unánime para que alguna de ellas gane suficiente notoriedad y confianza como para convertirse en una moneda de cambio de uso extendido.


Por tanto, hoy en día, es imposible predecir el éxito de unas criptomonedas sobre otras en términos de uso generalizado, es por ello que será necesaria la colaboración entre numerosas empresas a nivel global para lograr que esto ocurra.

​Guidance

  • Las criptomonedas presentan numerosas ventajas, especialmente con la propagación del internet de las cosas (IoT), al comenzar a ser necesaria una moneda de uso extendido y con gran trazabilidad que respalde los intercambios entre objetos y sus pagos, como por ejemplo entre un coche eléctrico autónomo y su estación de carga, o un asistente personal y una plataforma de e-commerce.
  • La aparición de un nuevo activo financiero como la criptomoneda conlleva la aparición de los consiguientes subproductos financieros que puedan acompañarla, por lo que en el futuro, debemos estar preparados para convivir con nuevas realidades como los criptofondos o los criptobonos.

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Artículos:  ¿Es la Stablecoin la respuesta a todos los problemas de las criptomonedas?

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