La evolución hacia el restaurante del futuro es ya una realidad. El desarrollo de estos espacios de futuro conlleva una mejora de la experiencia del consumidor, la optimización de procesos y un impacto positivo en la sostenibilidad. Desde el Foodservice Hub de AECOC hemos organizado una jornada para conocer cómo la tecnología transformará la restauración. Durante la jornada se ha analizado la configuración del restaurante del futuro y la implicación que tendrán en el canal Horeca las nuevas tecnologías e innovaciones.
Uno de los aspectos fundamentales que están marcando la evolución del foodservice es la llegada de una nueva generación de consumidores. Se trata de un cliente empoderado, gracias al acceso a la información que posibilitan las nuevas tecnologías. También es experiencial, ya que busca experiencias que sean atractivas y relevantes. Es un usuario conectado, tanto tecnológicamente como con los valores de la marca. Por último, es también un cliente con pobreza temporal, es decir, que carece de tiempo.
Estas características determinan las expectativas de los consumidores en el restaurante, que buscan tener una experiencia positiva. Conseguir dar respuesta a estas expectativas, los convertirá en clientes frecuentes. Hay cinco claves que pueden sintetizar las expectativas de los clientes:
- Know me: esperan que al acudir a un restaurante se les conozca, por ejemplo, recordando sus pedidos habituales.
- Empower me: esperan que se les empodere customizando al máximo su experiencia.
- Hear me: quieren que se les escuche, una escucha activa al cliente es fundamental para conseguir que vuelvan.
- Delight me: buscan disfrutar de un ambiente atractivo que complemente su comida.
- Engage me: quieren que asistir al restaurante sea una “experiencia”, que se convierta en una historia que contar y compartir.
Las tecnologías del restaurante del futuro
Existen multitud de tecnologías que están promoviendo y acelerando la transición hacia el restaurante del futuro. Durante la jornada se han analizado algunas de las más relevantes:
Inteligencia Artificial.
La IA posibilita el procesamiento de grandes cantidades de datos y la gestión de los mismos por parte de máquinas para la extracción de insights. La aplicación de IA al foodservice puede influir en el proceso de diseño creativo de los platos o en la recomendación de platos y menús personalizados a los comensales en función de su rastro en la web, simplificando la toma de decisiones.
Internet of Things.
El Internet de las cosas es la capacidad de transformar los objetos cotidianos en dispositivos capaces de transmitir datos sin necesidad de interacción humana. Esto hace posible la recolección masiva de datos para su posterior activación. Los datos que se obtienen son más precisos ya que el cliente interactúa con naturalidad con estos objetos. Por otro lado, la incorporación de IoT a los almacenes y neveras, permitirá reducir el desperdicio alimentario y optimizar el empleo de los ingredientes y materias primas.
Robótica y automatización.
Esta rama de la ingeniería permite automatizar procesos mecánicos, añadiendo valor al trabajo humano. Su aplicación en el foodservice puede permitir la optimización de procesos, a la vez que se reducen costes y se mejora la experiencia del cliente, ya que se libera personal que pueda dedicarse en exclusiva a la elaboración y creación de platos.
Realidad digital.
La realidad digital se refiere a todas aquellas tecnologías, como pueden ser la realidad aumentada, la realidad virtual o la realidad mixta, que son capaces de simular la realidad a través de uno o más sentidos, generando engagement con el cliente. Esta tecnología permite gamificar la comida en un restaurante, introduciendo la posibilidad de jugar a juegos de realidad virtual mientras se esperan los platos o mostrando todo el proceso desde que la comida se elabora hasta que llega a la mesa mediante realidad aumentada.
Computer Vision.
Esta tecnología permite a las máquinas la interpretación de las emociones y reacciones humanas en tiempo real gracias al análisis de imágenes y vídeos. Puede ayudar en la mejora de la gestión del almacén e inventario o aumentar el conocimiento del comportamiento del consumidor, permitiendo así eliminar de la carta las opciones menos populares y optimizar el stock conociendo la demanda de los diferentes platos.
