Noticias Tecnología - Innovación - Ciencia

add ver todas

Fotosíntesis artificial para plástico biodegradable

Un equipo de investigadores de la Universidad Metropolitana de Osaka ha desarrollado un método para fabricar plásticos biodegradables utilizando CO2 reciclado y luz solar

En el proceso de fotosíntesis natural, el CO2 se une a compuestos orgánicos que luego son convertidos por el organismo en glucosa o almidón. En cambio, en la fotosíntesis artificial la luz solar se utiliza para combinar CO2 con otros compuestos orgánicos y crear nuevas materias primas, una de las cuales es el ácido fumárico, utilizado para fabricar plásticos biodegradables.

Este método ofrece una vía más sostenible para sintetizar el ácido fumárico en comparación con la derivación del petróleo.

El objetivo a largo plazo de los investigadores es recolectar CO2 gaseoso y utilizarlo para sintetizar el ácido fumárico directamente a través de la aplicación práctica de la fotosíntesis artificial. De esta forma, se conseguiría frenar el impacto del plástico, ya que incluso los plásticos biodegradables contribuyen a las emisiones de CO2 durante su fabricación.

En conclusión, la búsqueda de soluciones sostenibles para abordar los desafíos de la sostenibilidad es vital para garantizar un futuro más limpio y seguro para nuestro planeta. Este avance en la fotosíntesis artificial muestra el camino que seguirán otras industrias para reducir sus emisiones y desarrollar vías alternativas para la fabricación de otros materiales derivados de combustibles fósiles y para abordar los desafíos de la sostenibilidad. 

Para saber más, haz click aquí

NOTICIAS RELACIONADAS

add ver todas

Hackeando la vida vegetal: la fotosíntesis artificial da...

La fotosíntesis, el sistema fundamental para la obtención de energía en las plantas, está siendo replicada por investigadores de manera artificial.

Arquitectos e ingenieros están imprimiendo en 3D equipo...

Material de protección sanitario, como las viseras, están siendo impresas en Nueva York, donde alumnos de la Universidad de Cornell, que no han podido regresar a sus países debido al cierre del campus, están participando en esta iniciativa, colaborando en la lucha contra el virus con donaciones del material fabricado a hospitales que lo requieran.

La economía de la suscripción crece de manera exponencial

La economía de la suscripción no deja de crecer y durante la última década, está penetrando todos los ámbitos de nuestras vidas, incluyendo música, alquiler de coches o plataformas     empresariales. Este cambio obliga a las empresas a reinventarse para poder responder a las necesidades constantemente cambiantes del nuevo consumidor que prefiere la personalización y el acceso a un producto o servicio cuando lo demante, a ser propietario del mismo.Algunos ejemplos de servicios de economía de suscripción con un elevado número de suscriptores:​Netflix: Películas y series en streaming (100M)Spotify: Música en streaming (50M)Amazon Prime: Envío en 2 días + otros beneficios (80M)Ipsy: Productos de belleza (1.5M)Tinder: Aplicación de citas (1M)Zipcar: Car access (1M)Office 365: Microsoft Office cloud suite (26M)Adobe Creative Cloud: Software de diseño gráfico (9M)Dollar Shave Club: Cuchillas de afeitar (3M)Hello Fresh: Alimentación (857K)Uno de los cambios generados por la economía de la suscripción es que el consumidor entra en un diálogo constante con la empresa, pasando así de transacciones únicas a transacciones a largo plazo. Esto a su vez implica una remodelación de estructuras de datos, precio, modelos de facturación y contabilidad. En base a este cambio están surgiendo nuevas compañías como Zuora, una plataforma de suscripción que automatiza

¿Será el vehículo autónomo el futuro del transporte?

La financiación es uno de los puntos clave a la hora realizar investigaciones punteras en el transporte. Los consumidores cada vez requieren de una mayor innovación en los productos consumidos o servicios utilizados y, por ello, algunas reputadas empresas colaboran financiando proyectos para la creación de nuevos transportes, como los vehículos autónomos. ¿Serán el futuro?