AECOC INFO | Cuenta atrás para la entrada en vigor de la nueva directiva de servicios de pago (PSD2)

En este contexto, AECOC reunió en una jornada a expertos y empresas destacadas en la implantación de la nueva directiva de servicios de pago (PSD2) para analizar los desafíos que presenta para las empresas en ámbitos como el desarrollo tecnológico y la puesta en marcha de pruebas que garanticen una experiencia de compra sin riesgos ni fricciones para el consumidor.

En ella, empresas líderes como Amazon manifestaron su preocupación por el calendario previsto, ya que la puesta a punto de la implementación se ha visto perjudicada por la pandemia. De hecho, la empresa presentó las cifras de un estudio realizado en agosto entre 9.000 pymes de su marketplace y que apunta a que, entonces, tan solo el 14% de las transacciones funcionaría bajo el nuevo protocolo.

Aún así, el responsable de la Unidad de Supervisión de Proveedores de Servicios de Pago del Banco de España, Gregorio Rubio, explicó durante la jornada que la regulación no permite nuevos retrasos en la aplicación de la directiva de pagos.

Eso por eso que el comercio se encuentra ante las últimas semanas para asegurarse de que su pasarela de pagos y su banco están preparados y adaptados para que el cliente se pueda autenticar de acuerdo a la nueva normativa en el momento de realizar sus compras.

Más allá de esa circunstancia, el comercio necesita también de cierto margen de tiempo para poder testar antes de final de año que todo funcione perfectamente. Un proceso que requiere  preparación, ya que la cadena de pagos es muy compleja e intervienen muchos actores.

Por otra parte, con la nueva directiva de pagos la experiencia de usuario va a cambiar de manera significativa. A partir del 1 de enero, en el momento de pago se exigirá al consumidor cumplir con dos de los tres factores de autenticación (algo que él sabe, algo que él tiene y/o algo que él es).

En definitiva, el comercio debe dedicar una especial atención a su adecuación a la nueva directiva de pagos para adecuarse a la normativa que entra en vigor en 2021 y asegurar así que sus sistemas de información están adaptados a la directiva.